María López: "La diversidad enriquece una organización y la hace más sostenible en el tiempo”

La neurocientífica zaragozana es CEO y cofundadora de Bitbrain, empresa de referencia internacional que en 2023 recibió el premio a la mejor innovación en tecnología sanitaria otorgado por FENIN por su diadema de monitorización cerebral textil

María López

María López / Andreea Vornicu

Una compañía presente en 66 países, con diversas líneas de investigación en salud relacionadas con el sueño y el alzhéimer, en la que las medidas de conciliación son un hecho. Algo que permite una baja rotación de personal debida, entre otras razones, a la calidad de vida que facilitan sus políticas de flexibilidad horaria y de lugar de trabajo, explica María López Valdés. Una CEO que apuesta por visibilizar a referentes femeninos más cercanos, y por la toma de conciencia personal y social de los sesgos no conscientes, que derivan, entre otros, en el síndrome de la impostora.

Bitbrain, que actualmente cuenta con una plantilla de sesenta personas, es una empresa de referencia a nivel internacional en neurotecnología cofundada en 2010 por la zaragozana María López Valdés. Matemática de formación, Valdés es doctora en Ingeniería Informática y MBA por el Instituto de Empresa. Consejera de Ibercaja, es también CEO de la compañía Bitbrain, una corporación que ha recibido en 2023 el premio a la mejor innovación tecnológica por la Federación Española de Empresas en Tecnología Sanitaria (FENIN), por su diadema de monitorización cerebral textil con calidad médica. Un dispositivo gracias al cual pueden desarrollar investigaciones dirigidas, por ejemplo, al abaratamiento de costes de los estudios del sueño. “Una de las grandes lacras que tenemos es que en la actualidad son los problemas de sueño, que afectan a un tercio de la población. Y hacer estudios de sueño es muy caro. Lo que estamos buscando es que esos diagnósticos se puedan hacer directamente en casa del paciente. Los pacientes duermen con un dispositivo, y los datos que recoge se envían al médico, para que pueda interpretarlos. Eso reduce muchísimo los costes de un estudio de sueño”, explica Valdés.

Otra de las líneas de investigación de Bitbrain trabaja con el objetivo de retrasar la aparición de la demencia y el Alzheimer en personas que muestran un deterioro cognitivo leve. Con las tecnologías desarrolladas en la empresa, “somos capaces de detectar los ritmos cerebrales que median en las capacidades cognitivas de cada paciente. Y les ofrecemos un feedback en tiempo real en el que les decimos si están activando esos ritmos correctamente o no, para que ellos aprendan a regular esos ritmos de manera consciente. Sería algo así como un gimnasio cerebral. Lo que estamos viendo es una mejora cognitiva, mejores niveles de atención, concentración y memoria. Hay un concepto, la reserva cognitiva, que explica que, cuanto más utilizas tu cerebro cognitivamente hablando, si vas a tener demencia o Alzheimer, más se puede retrasar su aparición. Con este tipo de técnicas, lo que esperamos es generar una reserva cognitiva suficiente como para que, en personas que vayan a tener un Alzheimer, se retrase su aparición. Si lo retrasas lo suficiente, puede que esa persona muera de vieja y no haya tenido la enfermedad. Estamos en dos intervenciones, tanto en despierto como en dormido, para tratar de ganar esa reserva cognitiva que permita retrasar el Alzheimer lo suficiente”, apunta.

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Andreea Vornicu

En paralelo a la investigación científica, Bitbrain realiza estudios de neuromarketing que ayudan a las empresas a entender mejor los deseos de los consumidores para adaptar los productos o las comunicaciones. Una línea de trabajo que les permite cofinanciar, junto con instituciones públicas, las investigaciones de su área de salud, y que también, les ayudan a “entender cómo gente no experta utiliza estas tecnologías”, información que aplican “en la línea de salud, para que los pacientes puedan usar la tecnología sin problemas”, en es el caso de los estudios del sueño, asevera. Finalmente, Bitbrain ofrece sus desarrollos a investigadores de todo el planeta, lo que les permite estar en contacto con científicos de todo el mundo y, también, conocer “el estado del arte” de la investigación, es decir, “ver que se está haciendo en ciencia”, apunta.

Nombre: María López Valdés

Profesión: licenciada en Matemáticas, doctora en Ingeniería Informática y MBA por el Instituto de Empresa.

Cargo: neurocientífica y cofundadora y CEO de Bitbrain

Lugar y año de nacimiento: Zaragoza, 1978

Trayectoria: María López María López es licenciada en Matemáticas, doctora en Ingeniería Informática por la Universidad de Zaragoza y MBA por el Instituto de Empresa. Es CEO y cofundadora de Bitbrain, empresa de referencia a nivel internacional en neurotecnología que fundó en 2010. Forma parte del Consejo de Administración de Ibercaja Banco, es miembro del patronato del Centro Tecnológico de AIITIP, miembro del patronato de la Fundación Francisco Luzón, vocal asesor de la Cámara de Comercio de Zaragoza y experta en Netexplo, observatorio internacional de tendencias en el mundo digital. Ponente habitual en foros de innovación, investigación científica, digitalización y emprendimiento, y colabora como investigadora y docente en numerosas entidades académicas como el Imperial College de Londres, la Universidad de Bremen o la Universidad Complutense de Madrid. Ha recibido más de veinte premios nacionales e internacionales como el premio Anita Börg de Google o el premio Iberoamericano a la Innovación por la Secretaría General Iberoamericana. En 2023, como resultado de años de investigación, su equipo ha desarrollado una diadema de monitorización cerebral textil con calidad médica, por el que la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) le ha otorgado el premio a la mejor innovación en tecnología sanitaria.  Está en la lista de Top 100 Mujeres Líderes en España 2024 del diario El Español.

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Medidas de conciliación

María Valdés ha afrontado estos catorce años al frente de Bitbrain sin “demasiados problemas por ser mujer”, aunque también reconoce que “los números están ahí. Hay muchas menos mujeres que hombres dirigiendo empresas tecnológicas, en puestos de alta dirección, de toma de decisión en universidades y centros de investigación”. Una realidad de la que, comenta, también es responsable el “síndrome de la impostora, porque a veces las propias mujeres sentimos que esto no es para nosotras, y nos ponemos trabas. Nos dejamos llevar por esos sesgos no conscientes que existen desgraciadamente en la sociedad. Eso es algo que tenemos que trabajar y combatir”. Una lucha en la que es necesario visibilizar los referentes femeninos cercanos, afirma. “Es el espejo en el que te ves”, comenta López Valdés, quien considera “importante que las mujeres que tenemos más visibilidad seamos cercanas, y demostremos que no somos bichos raros, sino que somos gente normal y corriente”.

Y es que, tal y como sostiene, los sesgos tienen mucho peso en la percepción social de los empleos a los que cada uno puede optar. “Desde que analizo el comportamiento humano y los sesgos cognitivos, soy una persona mucho más feliz, más flexible y entiendo mucho mejor las cosas. Y soy mucho más cuidadosa, porque sé que estoy sesgada, e intento contrarrestarlo desde un punto de vista consciente”, asevera. De hecho, esa lucha consciente contra esos sesgos la aplica también en su empresa: la flexibilidad horaria y de lugar de trabajo es total, algo que deriva en una “rotación bajísima. Lo conseguimos porque damos una calidad de vida adecuada, un ambiente de trabajo bueno, donde puedes crecer, donde puedes aprender, donde te puedes equivocar sin miedo a que tengas una reprimenda, porque confiamos en la gente”, expone.

"No hay que dejarse influenciar ni por tus sesgos ni por los sesgos de los demás"

Una empresa en la que son necesarios “todo tipo de perfiles, porque la neurotecnología es algo que abarca muchísimas disciplinas. Ahora mismo tenemos matemáticos, físicos, ingenieros de software, ingenieros en Telecomunicaciones, ingenieros de Diseño Industrial, ingenieros electrónicos, psicólogos, médicos, ingenieros biomédicos. Es un ambiente de trabajo muy diverso, y la diversidad es muy rica. Este es un mensaje que creo que tenemos que transmitir en el 8M, hasta qué punto la diversidad, y no solo de género, también de edad, de gente que viene de distintos perfiles, enriquece una organización y la hace mucho más potente y sostenible en el tiempo”.

Humanismo tecnológico

María López Valdés defiende la necesidad de referentes para que las que serán mujeres el día de mañana sepan que la tecnología también es para ellas. “Les diría lo que le digo a mi hija todos los días: olvídate de lo que te puedan decir los demás. Si a ti te gusta programar, programa. Si te gusta pintarte las uñas, píntatelas, no es incompatible. Haz lo que realmente desees hacer, lo que realmente te motive. Y no te dejes llevar por lo que la sociedad te pueda transmitir sobre lo que las mujeres podemos o no hacer. Haz aquello que te ilusiona y motiva, lucha por ello, porque realmente puedes conseguirlo. No te dejes influenciar ni por tus sesgos ni por los sesgos de los demás, que, de alguna manera, nos influencian”, sostiene.

"Los números están ahí: hay muchas menos mujeres que hombres dirigiendo empresas tecnológicas"

Un mensaje paralelo a su “cruzada personal con el humanismo tecnológico. Yo tengo una empresa de alta tecnología, parece que fuera tirarse piedras contra el propio tejado. La tecnología puede ser muy valiosa, puede hacernos avanzar muchísimo como sociedad, y mejorar la calidad de vida de muchísima gente, pero también tiene un riesgo. Creo que la sociedad se está dejando llevar por la tecnología y sus bondades, sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Yo creo que la gente que estamos en tecnología tenemos que transmitir al resto del mundo lo importante que es diseñar y utilizar la tecnología desde una perspectiva humanista, poniendo siempre al ser humano en el centro. Esto que parece tan lógico, no siempre lo es. La sensibilidad que tenemos a veces las mujeres es algo que tenemos que aportar, lo que nos va a permitir que el mundo sea un lugar mejor. La sensibilidad es algo que sí se nos permite a las mujeres y no a muchos hombres, a los que inconscientemente se les transmite que la sensibilidad es una debilidad”, concluye.