La capital aragonesa se lanzó este año a promover unas subvenciones que, a través de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda, permitieran ayudar a las comunidades de vecinos a instalarse cargadores eléctricos en el interior de sus garajes comunitarios. Una idea para la que se consignaron 200.000 euros para actuaciones específicas en una de las líneas de financiación a las que acogerse, y otra, más grande e integrada en otras obras de rehabilitación de un edificio anterior a 1980, con otros 2,2 millones, en las que poder incluir este tipo de instalaciones. Y al parecer ha tenido una respuesta bastante aceptable, según los técnicos: Hay un total de 33 bloques de pisos en la ciudad que las han solicitado.

Todas ellas lo hicieron antes de que finalizara el plazo dado por el consistorio, que culminó el pasado 8 de julio, y siguen a la espera de que se resuelva la adjudicación de estas. Se espera hacerlo antes de finalizar el año. Pero también cuentan con un margen amplio para ejecutar los trabajos, y es que «el plazo máximo de finalización de las obras no podrá exceder del 30 de marzo del 2021», aunque también se podría prorrogar al 31 de diciembre si está justificado el retraso. Para entonces todas ellas deberían tener esos puntos de recarga instalados, los primeros en Zaragoza con ayuda del consistorio, y ya se sabrá si esta iniciativa tiene o no continuidad en los presupuestos del 2020. Y quizá sean

En esta primera edición, había dos líneas de ayuda este año a las que poder acogerse para lograr esa instalación de cargadores eléctricos en sus garajes. La 1, en la que podían incluirlos dentro de la rehabilitación integral del edificio, siempre que su fecha de construcción fuera anterior al 1980. De hecho, hacerlo les daba puntos adicionales de cara a la adjudicación de una subvención para sufragar además obras de más envergadura para la eficiencia energética, de accesibilidad o de conservación. Una modalidad a la que se presentaron «siete comunidades de propietarios», aunque estas corresponden a 14 portales distintos y un total de 260 viviendas. Ellos se comprometen a colocar «al menos uno».

La otra alternativa era la línea de ayudas número 6, que era específica «para instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos», y en la que se han recibido «otras 17 solicitudes». «En total se ha solicitado la instalación de 33 puntos de recarga, pendientes de la resolución de la convocatoria para su instalación», afirmaron los responsables técnicos de Zaragoza Vivienda. Se espera hacerlo antes de finalizar el año.

La agilidad para adjudicarlas es una parte muy relevante para poder iniciarlas, ya que, por ejemplo, en la línea 1 de estas ayudas la cuantía puede alcanzar el 50% del presupuesto -nunca superaría ese porcentaje- y recibirían una inyección de 10.000 o 15.000 euros en función de las obras a ejecutar. Eso sí, sobre el total de la intervención a realizar en esa rehabilitación del edificio, no solo una instalación de puntos de recarga cuyo coste es muy inferior en la actualidad. En el caso de la línea 6, esta subvención municipal puede cubrir hasta el 60% del coste global.

Son los primeros pasos de algunas comunidades de vecinos que apuestan por preparar sus garajes para la movilidad eléctrica. Un impulso que llega con cuentagotas y, de momento, con más presencia en garajes públicos, centros comerciales o estaciones de servicios. Estos representan un amplio porcentaje de los 208 puntos de recarga que existen en Zaragoza. De ellos, solo 7 son del ayuntamiento y algunos, infrautilizados, empiezan a amanecer vandalizados.