Entre el 60% y el 70% de los conductores zaragozanos incumplen los límites de velocidad cuando circulan por las calles de la capital aragonesa, según datos de la Policía Local.

El incumplimiento de la Ley de Seguridad Vial, que fija en 50 kilómetros por hora el tope máximo en el área urbana, se produce de forma masiva (afecta a dos de cada tres automovilistas) en las grandes avenidas y en las rondas de circunvalación. En horario nocturno, la desobediencia de la normativa se extiende al resto del casco urbano, "ya que las calles suelen estar despejadas y es posible llevar una marcha más rápida", indica Manuel Solanas, intendente principal de la Policía Local de Zaragoza.

"En realidad --reconoce Solanas--, los límites únicamente se respetan plenamente en las arterias que están normalmente saturadas de tráfico, como la Gran Vía, el paseo de Pamplona, Sagasta o las calles más estrechas del centro y de los barrios".

El trabajo de la Unidad de Prevención de Seguridad Vial, creada recientemente, ya ha dado sus primeros frutos en materia de control de velocidad. Durante el pasado mes de enero, se han abierto 985 procedimientos sancionadores a conductores por rebasar presuntamente los límites de velocidad. "De seguir a este ritmo durante todo el año --calcula Solanas-- las multas por exceso de velocidad se dispararán un 18% respecto al año pasado, y eso es mucho".

VIGILANCIA Pero el responsable de la Policía Local se apresura a precisar que el hecho de que se hayan abierto más expedientes "no significa necesariamente que se corra más o que haya cada día más conductores que hacen caso omiso de los límites autorizados".

En su opinión, "el aumento registrado en enero revela, sencillamente, que ahora se despliegan más controles porque disponemos de un equipo pensado especialmente para prevenir las infracciones que conllevan más riesgo".

Las zonas urbanas más vigiladas por la nueva unidad son también aquellas en las que se registran los siniestros más graves, que suelen coincidir con las vías donde los accidentes son también más numerosos.

VIAS RAPIDAS En esta situación se encuentran arterias urbanas como el tercer cinturón, la avenida de Navarra, la vía de la Hispanidad, el puente de la Unión o de Las Fuentes y el Camino de las Torres, por lo que se refiere a la margen derecha. Al otro lado del Ebro las vías más problemáticas son las avenidas de Ranillas, los Pirineos y de Pablo Picasso, entre otras.

"Estas calles, consideradas equivocadamente vías rápidas, van ser las más controladas", apunta Solanas. "Nuestro objetivo --subraya-- es reducir paulatinamente la velocidad media en los tramos donde más se suele correr, pues hay estudios que demuestran que una reducción de la velocidad del 5% repercute automáticamente en una disminución de los accidentes en un 5% e incluso en un 10%".

Para el intendente principal, "se trata de conseguir un objetivo realista". Y para demostrarlo pone un ejemplo: "En el tercer cinturón ha habido varios accidentes mortales desde su inauguración hace un año y medio --afirma--, y hemos comprobado que la presión mediática y el incremento de los controles preventivos han conseguido que la velocidad media con la que se circula por esta vía se haya reducido en un 10% en los últimos meses".