Paloma González se formó como especialista en Geriatría en el hospital Clínico San Carlos, de Madrid. Desde entonces, ha ejercido en Huesca, Manresa, Teruel y actualmente trabaja en Zaragoza. Es presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y, al mismo tiempo, presidenta del 61º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología que se celebra estos días en la capital aragonesa.

—Las tasas de envejecimiento crecen cada año y Aragón es una de las comunidades con más mayores. ¿Qué retos deben asumir las Administraciones?

—La responsabilidad corre a cargos de todos, también de la sociedad. Las Administraciones han respondido con medidas preventivas y mejoras sociales, pero siempre quedan cosas por hacer. El envejecimiento es consecuencia de la mejora de las condiciones sociales y hay que verlo con una perspectiva positiva.

—Pero está claro que hay cosas que no funcionan bien, como la Ley de Dependencia.

—Es una ley que, comparada con otras, está en pañales en cuanto a la aplicación de la ley. Decir que todo va bien sería mentir. A los mayores hay que darles voz, escucharles y dejarlas participar. El reto es considerarle como iguales.

—¿Cree que se vuelven invisibles?

—Cuando no se les deja participar, de algún modo sí. Lo que no tiene sentido es prohibirle hacer cosas a un anciano de 85 años. Hay unos estereotipos asociados al envejecimiento y aún queda mucho por hacer en este sentido. Los mayores nos están demostrando que pueden ser y son una parte activa fundamental en nuestra sociedad.

—El lema del congreso es ‘Cada vez más mayores: la vejez en positivo’. ¿Qué quieren transmitir?

—Sobre todo una visión positiva del envejecimiento. Seguro que todo el mundo quiere llegar a ser viejo y tenemos la suerte de vivir en una sociedad donde es probable que todos alcancemos más de 80 años, y con una buen calidad de vida. Ese privilegio hay que valorarlo. Necesariamente la población mayor tiene que verse como una parte más de la sociedad, con capacidad de aportar experiencia, entusiasmo y de colaborar en temas de cohesión social.

—Una de las reclamaciones es que se extiendan las unidades de geriatría a los hospitales públicos.

—En los últimos años se han reforzado y extendido. Progresivamente ha ido a más, en el hospital Militar por ejemplo ya hay, pero aún queda por hacer. Sería un recurso interesante.