El suyo es siempre uno de los desfiles más tiernos que se producen a lo largo de todo el año. Una prueba de que el amor siempre está de moda... Más, el que existe entre abuelos y nietos. Unos y otros son los protagonistas del desfile que la firma infantil Bóboli organiza desde hace un lustro en la residencia Ballesol-Puerta del Carmen de Zaragoza.

La historia empezó pequeñita hace ya cinco años. Como una idea sencilla que sirviera para crear un ambiente festivo en el centro e incentivar la participación de los familiares. Ahora, gracias a esta pasarela, todo el equipo del lugar --desde la dirección de la residencia a las terapeutas-- se involucra en la puesta en escena. Acaban convirtiéndose, por unos días, en coreógrafos, iluminadores, atrezzistas, regidores y lo que haga falta en un improvisado backstage.

Sobre la pasarela (y, entre el público, frente a ella) están los auténticos protagonistas de esta tarde: los residentes y sus familiares (nietos, sobrinos y amigos). Son los más pequeños los que se encargan de lucir las tendencias de moda (en esta ocasión, las de una primavera-verano que viene cargada de colores y aires marineros).

Ayer, ellos se convirtieron en los modelos más queridos, los más aclamados que nunca haya visto una pasarela... Niños de todas las edades, devolviendo el piropo a sus queridos abuelos. Para acabar protagonizando una tierna foto de familia. Miren a cámara... Y ¡pa-ta-ta!