El juicio seguido en la Audiencia de Zaragoza contra el chileno Jaime Álvaro Fuenzalida, que se enfrenta a 18 años de cárcel por estrangular supuestamente a su hermana Ana Delia con una cuerda de tendedero en junio del 2012, dibujó ayer una imagen confusa del acusado. Otra de sus hermanas, Berta, ya fallecida, declaró durante la investigación que "él estaba harto de mantener a su hermana", con la que mantenía una "relación muy conflictiva", y que llegó a quedarse sin ahorros por esta causa. "Le prestaba dinero y ella se lo gastaba en bebidas y en tabaco y además lo humillaba y hacía la situación insostenible", manifestó Berta, que por lo demás creía en la inocencia de su hermano.

Sin embargo, ayer, en la segunda jornada del juicio ante un jurado popular, Mónica, hija de Berta, trató con denuedo de quitar toda validez a lo declarado por su progenitora, que murió de cáncer y ya estaba gravemente enferma cuando ocurrieron los hechos. "No se puede tener en cuenta lo que decía mi madre", subrayó esta testigo. "Mi tío jamás hubiera asesinado a Ana Delia, con la que se llevaba muy bien", agregó, antes de remachar que Berta "padecía un trastorno de la personalidad".

A preguntas de la abogada defensora Laura Vela, Mónica dijo estar segura de que Ana Delia, de 63 años, falleció de muerte natural, por sus problemas respiratorios y cardiacos y por no cuidarse. La fiscala mostró su extrañeza por esta declaración, que contradice las que obran en el sumario, pero la testigo señaló que las discrepancias se deben a que la Policía "manipuló" a los familiares de Jaime Álvaro.

Los miembros del Grupo de Homicidios que realizaron las pesquisas del suceso manifestaron que les llamó la atención una "marca o surco" que presentaba el cuello de Ana Delia cuando yacía en su domicilio de la plaza Roma. Con todo, la primera autopsia determinó que el fallecimiento se debió a causas naturales. Y una segunda necropsia concluyó que la mujer había sido estrangulada.

"A la hora en que sucedieron los hechos, entre dos visitas al hospital donde estaba Berta, la única persona que se hallaba con la víctima era el acusado", declaró un agente que señaló que el "crimen se pudo cometer con un trozo de cuerda de tendedero" de la propia vivienda, por las características de la herida del cuello. Además, subrayó que faltaba una de las tres cuerdas del tendedero.

El primer médico que llegó al piso, del Samur, indicó que le chocaron las "manchas" o la "excoriación" que la muerta llevaba en el cuello, por lo que telefoneó al 061 para que llamara a la Policía. Añadió que cuando llegó el cadáver estaba frío.