El consejero de Ciencia, Tecnología y Universidad, Alberto Larraz, abogó ayer por extremar la "prudencia" en la descentralización universitaria por el descenso de alumnos, ante la reclamación del vicepresidente segundo de las Cortes y alcalde bilbilitano, Fernando Martín, para crear un campus universitario en Calatayud dependiente de Zaragoza.

Con motivo de una interpelación de Martín ante el Pleno de las Cortes sobre la creación de nuevos campus de la Universidad de Zaragoza, Larraz insistió en que a la vista de la caída del número de alumnos, del 18,5% entre 1999 y 2004, "parece aconsejable extremar la prudencia en el proceso descentralizador". El consejero delegado de Universidad explicó además que se debe meditar "muy bien" qué tipos de estudios pueden encajar en el actual mapa de titulaciones de la Universidad de Zaragoza ante el proceso de convergencia en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior.

Larraz aseguró que la propuesta debe partir de la Universidad de Zaragoza y subrayó que debe analizarse su necesidad, teniendo en cuenta las titulaciones que podrían implantarse de acuerdo con las que ya oferta la institución. En este sentido el consejo priorizó la consolidación de los campus de Huesca y Teruel y señaló que Calatayud ya cuenta con una Una Universidad de Educación a Distancia, que oferta 37 titulaciones y casi el 90% de sus alumnos proceden de Zaragoza.

DOCE AÑOS DE LUCHA Fernando Martín apoyó sin embargo su reclamación en que Calatayud lleva luchando doce años por la descentralización, y pidió el cumplimiento de los compromisos de las Cortes de Aragón. El alcalde bilbilitano recordó que "hay un acuerdo unánime de las Cortes", --con el apoyo del actual portavoz socialista, Jesús Miguel Franco--, y comentó que el jefe del Ejecutivo autónomo, Marcelino Iglesias, apuesta por la descentralización universitaria.

Para el diputado del PP, al Gobierno de Aragón le va a resultar muy difícil explicar a los bilbilitanos que no se ponga en marcha el campus, ya que en su día se hizo un estudio de viabilidad y el 28 de julio de 1998 se firmó un escrito con el rector "dando un sí claro a la descentralización", un proyecto en el que el ayuntamiento bilbilitano se embarcó con la compra de un edificio.

Fernando Martín insistió además en que esa descentralización no iría sólo dirigida a Calatayud, sino a numerosas localidades, y defendió la implantación de una oferta de estudios que impida la marcha de estudiantes a otras comunidades porque "no tienen opción". En este sentido explicó que "si hay setenta y tantas carreras quedan otras 70 que no se imparten ahora en Aragón y se pueden impartir -en Calatayud-- para que los aragoneses no tengan que marchar fuera".