--Quizá lo haya explicado mil veces, pero ¿por qué hay que cambiar la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza?

--Porque es una ley que se aprobó legítimamente pero con una gran oposición parlamentaria y rechazo en la calle.

--¿Qué es lo que menos le gusta de la ley del PP?

--Hay cuatro cuestiones que me parecen reprobables: concibe el primer ciclo de Infantil con un carácter más asistencial que educativo, su solución para la diversidad son itinerarios muy rígidos que discriminan a los que tienen más dificultades, prevé un acceso a la universidad muy complejo y hace un tratamiento de la religión en el aula que se puede calificar como exagerado.

--¿Ya tienen nombre para el inminente anteproyecto de ley? Supongo que la palabra calidad ya no aparecerá.

--(Se ríe). La palabra calidad ha dado muchas vueltas últimamente, pero la verdad es que todavía no hemos bautizado la ley.

--¿Y dinero? ¿Habrá fondos para todas las comunidades autónomas?

--Nosotros nos hemos comprometido a presentar una memoria económica con el coste de las medidas que se recojan en la nueva ley, algo que no hizo el PP con la LOCE. Ahora, sobre la financiación hay que decir que el grueso del gasto en educación corresponde a las comunidades autónomas, en concreto el 94% del total. El Estado aumentará sus inversiones, pero son los gobiernos autónomos los que tienen que comprometerse con la enseñanza, porque no todos lo hacen. De hecho, el gasto en educación no ha crecido en la misma proporción que el PIB. Eso tiene que cambiar.

--Del documento presentado hace un mes por el Ministerio de Educación da la impresión de que no se ha querido hacer ninguna revolución. Es una vuelta a la LOGSE.

--Es que lo que tenemos claro es que los cambios que hagamos tienen que ser realistas, porque ésa fue una de las críticas que recibió la LOGSE. El sistema educativo hay que cambiarlo permanentemente, pero de forma paulatina, sin revoluciones y contrarrevoluciones constantes. No se trata de dar la vuelta al sistema educativo cada pocos años, sino de introducir retoques para hacer frente a los desafíos que se vayan planteando. Hemos huido de la tentación de revolucionar la enseñanza.

--¿Y si el PP consigue gobernar y decide reimplantar la LOCE?

--¡Espero que no! (se ríe). Nosotros queremos consensuar esta ley con ellos para dar una mayor estabilidad al sistema educativo, porque yo creo que los centros nos están demandando algunos pequeños cambios y estabilidad. De todas formas, hay que destacar que la realidad social y educativa cambia y las leyes, por tanto, deben actualizarse cada cierto tiempo.

--¿Es partidario de la repetición de curso?

--No es deseable, pero en algunos casos es necesario. Desde luego, no es un remedio para ayudar a los alumnos con dificultades.

--¿Qué se puede hacer con los estudiantes que no quieren aprender?

--Contamos con servicios de orientación y otro tipo de especialistas, pero además existen experiencias interesantes en algunos sitios, como las tutorías entre iguales.

--¿En qué consisten?

--Se trata de que un estudiante de Bachillerato o de la universidad que ha conseguido salir adelante después de estar en un grupo de apoyo se convierta en un tutor de estos chavales que ahora tienen problemas.

--¿Defiende la gratuidad de Infantil?

--Es una demanda social que hay que atender y de hecho esta gratuidad está prácticamente extendida.

--¿Está recibiendo presiones de la Iglesia?

--Directamente, no; pero a través de la prensa... Antes de elaborar el anteproyecto mantendremos negociaciones con la Conferencia Episcopal y espero que sean positivas. De todas formas, teniendo en cuenta la Constitución, el Concordato con la Santa Sede y los acuerdos con otras confesiones, la verdad es que el margen de maniobra que tenemos es muy reducido. Lo mejor es dejarlo como estaba en la LOGSE.

--¿Cómo se le quedó el cuerpo tras enterarse del suicidio de un alumno de un instituto de Fuenterrabía que era acosado en clase?

--Muy mal. Es un hecho aislado, pero pone de relieve los problemas de los adolescentes, de los que todos debemos sentirnos responsables. Espero que a raíz de que haya salido a la luz este caso se despierte nuestra sensibilidad y estemos alerta para detectar estas persecuciones. No podemos ser tolerantes ni hacer la vista gorda.

--¿Qué balance hace de esta primera cumbre autonómica para consensuar la reforma educativa?

--Estoy muy satisfecho por la participación de todas las comunidades y porque se ha intentado dar respuesta al gran problema que tienen ahora casi todos los sistemas educativos de nuestro entorno: cómo atender de una manera adecuada a los alumnos que tienen dificultades.