La transición hacia una movilidad más sostenible es un hecho innegable como ha dejado claro el Gobierno estas últimas semanas. Ahora, una de las principales incógnitas es saber cuál será el nuevo combustible que acabará imponiéndose finalmente en el mercado automovilístico. En los últimos años, el coche 100% eléctrico ha cogido ventaja en esta carrera, aunque no es la única tecnología a tener en cuenta. La industria sigue investigando en otros carburantes sostenibles como los gases licuados del petróleo (GLP), el gas natural o la pila de combustible de hidrógeno, una de las alternativas (esta última) con más potencial a largo plazo según los expertos. La gran ventaja de Aragón en esta materia es que está (o va a estar) muy bien posicionado en las dos tecnologías con más futuro (coche eléctrico y de hidrógeno), por lo que la comunidad podría convertirse en un referente de la movilidad del futuro. Los expertos subrayan, de hecho, que es un tren que no debe dejarse escapar.

En este sentido, que la planta de Figueruelas vaya a ser la primera fábrica europea de Opel que produzca un coche eléctrico (el Corsa en el 2019) no es baladí. Su implantación va a proporcionar un know how muy importante tanto a Opel como a las auxiliares, que ya están preparándose para los componentes que necesitará este modelo. A ello, también ayudarán las subvenciones que aportará el Ejecutivo autonómico en esta materia.

FUNDACIÓN CIRCE / La comunidad también puede presumir de estar muy bien posicionada en la tecnología de los puntos de carga para coches eléctricos. Así, la Fundación CIRCE, ubicada en el campus Río Ebro, está trabajando en recargas inalámbricas. De hecho, ya presentó en el 2015 una de las estaciones más innovadoras del sector. Lo hizo en el marco del proyecto SIRVE, financiado por el Ministerio de Economía y en el que participaron las firmas aragonesas Zoilo Ríos, Urbener y Pronimetal.

Por otro lado, la Fundación del Hidrógeno, el centro de investigación impulsado por la DGA en el 2003 con el apoyo de la industria aragonesa y ubicado en Walqa, ya está jugando un papel clave en el desarrollo de esta tecnología. Su director gerente, Fernando Palacín, subraya que aunque ahora los eléctricos puros están mejor posicionados -fundamentalmente porque se empezó a investigar antes-, a largo plazo «acabarán imponiéndose» los coches de pila de combustible, que permite transformar el hidrógeno en electricidad (de hecho están encuadrados en la familia de los eléctricos). «Cuando eso suceda habremos acumulado una gran experiencia», indica Palacín, que destaca la apuesta que hizo en su día la DGA.

Según Palacín, las principales ventajas del vehículo de hidrógeno es que los tiempos de recarga son muy inferiores (apenas cinco minutos) y que su autonomía es mayor. El principal inconveniente es su precio (casi el doble que los eléctricos) y que el maletero es más pequeño porque el tanque de hidrógeno ocupa más espacio.

Sin duda, el hándicap del precio se irá resolviendo cuando se vayan desarrollando más economías de escala. Todo ello ha hecho que varias marcas apuesten fuerte por esta tecnología. Hyundai acaba de lanzar el Nexo, Honda el Clarity, Toyota el Mirai, Mercedes el GLC (aunque solo en Alemania) y Audi y Kia están ultimando sus modelos. Todos ellos ofrecen una autonomía de entre 500 y 750 kilómetros y se cargan en menos de cinco minutos. Eso sí, muchos de ellos aún no se comercializan en España y su precio supera los 65.000 euros.

Y es que esta tecnología aún se encuentra en una fase muy incipiente. Basta decir que fue en octubre pasado cuando se matriculó el primer coche de hidrógeno en España.

Esa falta de desarrollo también aporta ventajas. «Aún estamos a tiempo de desarrollar toda la tecnología para que el valor añadido se quede en nuestro territorio», señala Palacín, que recordó que todas las baterías y la innovación de los coches eléctricos se han desarrollado fuera de Europa.

EXPORTAR SU ‘KNOW HOW’ / A este respecto, Aragón podría exportar su conocimiento y experiencia en la fabricación de los puntos de recarga. La Fundación del Hidrógeno ya puso en marcha una hidrogenera en Walqa en el año 2010, una estación que tiene la particularidad de que la producción de hidrógeno se realiza a partir de fuentes renovables (solar y eólica).

El potencial de Aragón en energías verdes también juega a favor de la comunidad en esa carrera por convertirse en epicentro de la movilidad del siglo XXI en España. «En Aragón se podría almacenar la energía renovable excedente en forma de hidrógeno», subraya el empresario aragonés y miembro del clúster de la Energía de Aragón, Zoilo Ríos, que apuesta también por los vehículos de gas natural porque el despliegue de sus infraestructuras «ya está hecho».

Opel es otro de los que apuesta claramente por los coches de gas. De hecho, la planta de Figueruelas va a fabricar este año 24.000 vehículos de GLP, el triple que en el 2013.

Eso sí, en lo que coinciden los expertos es que se necesita más tiempo para impulsar una transición coherente. «Nosotros tenemos dos gasolineras con puntos de carga para eléctricos y la demanda es testimonial, por eso no entendemos las prisas por parte del Gobierno», apunta Ríos.

Sea como sea, lo que está claro es que Aragón está mucho mejor posicionado que otras comunidades en esta carrera hacia la nueva movilidad. Todo su conocimiento y experiencia, además, podrá concentrarse y ponerse en valor en la Ciudad de la Movilidad, el proyecto que se ubicará en el Pabellón Puente y que abrirá en el segundo semestre del 2019.