El Gobierno de Aragón ha reclamado al Ejecutivo de Castilla-La Mancha que ponga en marcha medidas para la reducción de la población de ciervos en la zona que limita con la Reserva de Caza de los Montes Universales en Teruel con el propósito de disminuir los daños que ocasionan en los cultivos.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha trasladado a su homóloga en Castilla-La Mancha la necesidad de que en ese territorio se aumenten los permisos para cazar ciervos. Una práctica que ya se está haciendo en Aragón.

"Cabe la posibilidad de que lo que aquí desaparece vuelva de Castilla", motivo por el que el consejero abogó por "implicar" a la comunidad vecina porque el problema que generan los ciervos en los cultivos, precisó, va más allá de Aragón.

El consejero aragonés se reunió ayer en Tramacastilla (Teruel) con representantes municipales y comarcales y ganaderos y agricultores de la Comarca Sierra de Albarracín. En ella, Lobón se comprometió a aumentar las autorizaciones para que se puedan cazar más ciervos en la reserva donde actualmente hay superpoblación.

El objetivo es lograr un equilibrio en la población de ciervos y que los agricultores no vean mermadas sus cosechas. El último año se mataron en la reserva y los cotos colindantes unos 1.700 ejemplares, según los datos ofrecidos por la DGA, pero la población, que puede llegar a los 4.000 animales, sigue siendo muy elevada según manifestaron los agricultores que denunciaron que los daños cada año oscilan entre los 150.000 y los 170.000 euros.

La reserva de Albarracín, a diferencia de las otras reservas de caza aragonesas, cuenta con una importante extensión de cultivo, que se ve afectada por la gran presencia de ciervos y de jabalíes, pero también de una creciente población de corzos y gamos, según explican desde el sindicato agrario de UAGA.

Según el seguro que tienen contratado los agricultores cobran una cantidad u otra por los daños en sus cultivos. Los agricultores denuncian que el dinero llega muy tarde, por los tiempos que marcan las tasaciones pero también por las trabas burocráticas.