Inyectar hidrógeno en las actuales redes de gas natural como vía para reducir las emisiones de CO2 en sectores difíciles de electrificar es lo que se quiere conseguir con el proyecto HISS (Hydrogen In Gas Grids: a systematic validation approach at various admixture levels into high pressure grids), que es una iniciativa de cooperación europea que estudiará el potencial del hidrógeno durante 36 meses, y con un presupuesto de 2 millones de euros.

El vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, estuvo presente ayer en la reunión de lanzamiento de este proyecto en el Parque Tecnológico Walqa de Huesca y resaltó que era «clave para impulsar la descarbonización en Europa y que demuestra que Aragón puede liderar este proceso».

Las nuevas directivas europeas en materia de energía y medioambiente son claras: la economía del continente tiene que descarbonizarse y hay que intensificar los esfuerzos para reducir las emisiones contaminantes, con el horizonte de un descenso de hasta el 45% para el año 2030. En este contexto, el hidrógeno que tenga su origen en recursos renovables puede jugar un importante papel como vector energético.

Esste es el objetivo del proyecto HIGGS, que ahora se pone en marcha para analizar el potencial existente y los requerimientos sobre la infraestructura, sus componentes y la gestión que conlleva inyectar hidrógeno en las actuales redes de transporte de gas natural a alta presión, algo que sin duda contribuirá a descarbonizar los usos del gas. Para evaluar cómo se comportan en relación con la infraestructura de transporte los distintos grados de mezcla de gas natural e hidrógeno, simulando diferentes condiciones de operación, la composición y la calidad del gas, se desarrollará una plataforma de testeo en las instalaciones de la Fundación Hidrógeno Aragón. Entre ellos, un sistema de separación de gases desarrollado en el marco del proyecto y basado en tecnología de membranas.