Aragón está haciendo su agosto, nunca mejor dicho. Durante todo el mes la ocupación rondará el 80% en prácticamente todo el territorio, con salvedades como el Pirineo donde se ha colgado ya el cartel de completo en varios municipios. El puente ha servido para mejorar todavía más las estadísticas con un gran volumen de reservas que preceden a las que se prevén para las fiestas patronales de localidades como Biescas.

El presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco, calcula que durante la segunda quincena de agosto la ocupación hotelera y casas rurales se mantendrá en cifras similares a los primeros días de mes, con registros que oscilan entre el 70% y el 80%. «Está siendo un año bueno, aunque tampoco hay grandes diferencias respecto al verano pasado», comentó, pese a que este puente prácticamente hay un lleno total, con un 90%.

El tiempo ha acompañado este verano y desde Faratur confían en que el sol siga luciendo su mejor cara. «Es una quincena en la que mucha gente hace reservas de última hora, ya que las tormentas son más habituales», explicó. Aún así, la previsión pasa por mantener ese 70%.

En el Pirineo se siguen frotando las manos donde muchos municipios, igual que en el resto de la comunidad, están ya celebrando sus fiestas patronales o está a punto de hacerlo, como Biescas, así que todo hace pensar que se seguirá completando la oferta hotelera. La montaña siempre tiene un atractivo especial.

Gúdar-Javalambre, Albarracín, el Maestrazgo y el Pirineo son las zonas de «mayor concentración» turística, matizó Marco. Sin embargo, y pese a que el turismo rural es una de las motivaciones de muchos de los que visitan las comarcas, explicó que gran parte de los turistas optan por alojarse en núcleos urbanos grandes y con alternativas de ocio nocturno antes que en pequeños municipios, que eligen para visitar durante el día.

TRADICIÓN

Las fiestas patronales mueven a un gran número de personas, sobre todo de aragoneses acostumbrados a tener una segunda residencia en sus pueblos. Como referentes están las del Ángel de Teruel y las de San Lorenzo de Huesca, que este año han tenido tanto tirón que durante dos días los establecimientos oscenses se quedaron sin hielo. Para el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, Carmelo Bosque, es un dato muy «significativo». «Yo no lo había visto nunca, esto permite hacerse una idea la de gente que vino a celebrar las fiestas», añadió.

El puente de agosto en la provincia oscense ha obligado al sector hotelero a sacar el cartel de completo a sus puertas. «Estamos llenos y se va a mantener este nivel durante los próximos días», aseguró Bosque. En la capital oscense sus habitantes vivirán un respiro después de las fiestas, y el turismo se trasladará al resto de valles donde Jaca, como es habitual, será uno de los municipios que más turistas reciba durante los próximos quince días y a principios de septiembre y, así, repita el título de «líder de ocupación». Según Bosque, la afluencia se mantendrá también durante los primeros días del próximo mes, hasta el inicio del curso escolar. Almudévar, el valle de Tena y Ordesa no dan abasto para atender el goteo de visitantes, tanto de la propia comunidad como de otras limítrofes, como Valencia, Aragón, País Vasco o La Rioja. En el caso de Ordesa, según Bosque, ha habido días en los que se ha tenido que cerrar el acceso al párking ante la alta demanda.