La Audiencia Provincial de Zaragoza ha dado carpetazo definitivo al litigio por el que se denunciaban las presuntas irregularidades cometidas durante la construcción del tranvía. El auto del juez ordena el sobreseimiento de la causa iniciada en el 2009 por la asociación Atranza (y que partió de una denuncia de un particular que hizo suya el Ministerio Fiscal), que ayer respondía al fallo que este colectivo «por ahora entiende que su trabajo por los afectados de las obras del tranvía ya ha terminado». Su valoración contrasta con la «satisfacción» que mostraba abiertamente la sociedad de economía mixta que gestiona la línea Valdespartera-Parque Goya.

Pero Atranza apostilló que el auto judicial dicta un sobreseimiento «provisional, que no libre», por lo que esta causa podría reabrirse en el futuro si hubiera nuevos datos o pruebas que contradijeran lo expuesto hasta ahora en sede judicial. Este litigio, no obstante, pese a llevar ocho años en los diferentes juzgados -sigue vivo un contencioso en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA)-, había acabado reduciéndose a la no ejecución de cuatro obras incluidas en el proyecto sin que se viera alterado el pago a la contratista.

Un argumento que hasta el propio ayuntamiento rebatió ante el juez, pese a que lo expuesto por Atranza le situaba como damnificado de tales irregularidades (por haber pagado trabajos que no se hicieron). Sin embargo, el magistrado ha entendido como válido el argumento dado, tanto por el consistorio como por Los Tranvías, de que la adjudicación de los trabajos se hizo a precio alzado y que esas obras acabaron siendo sustituidas por otras que no figuraban en el proyecto inicial. Así, queda zanjada la principal polémica sobre la construcción, ante la que solo cabía ya presentar recurso de amparo al Tribunal Constitucional.