En tiempo de crisis toda ayuda es bien recibida. Motivo por el que el Ayuntamiento de Zaragoza sigue tratando de subvencionar aquello que considera de primera necesidad. La última iniciativa en poner en marcha tiene como nombre Menús solidarios. Un proyecto pionero en España con un doble beneficio: por un lado subvencionará hasta cinco comidas a tres euros para las personas en riesgo de exclusión social y, por el otro, potenciará el sector de la hostelería.

Dirigidos para desempleados de larga duración, el consistorio financiará parte de los menús de los ocho establecimientos que se han unido a esta campaña solidaria (A mesa puesta, Bocados, Casa Emilio, DFabula, El Candelas, El cocinero arrepentido, La miguería y el Menfis). Para ello, el departamento de Acción Social destinará 100.000 euros al proyecto. De los 11 euros que cuesta aproximadamente el menú, seis los financiará el consistorio, tres los pagará el beneficiario de la comida y el resto lo asumirá el restaurante.

OBJETIVO Este programa, impulsado por el grupo municipal de CHA, tiene como objeto atender las necesidades básicas de forma "normalizada y no estigmatizada", señaló el portavoz de CHA, Carmelo Asensio. Atendiendo a los cálculos, a final de año se habrán ofrecido entre 15.000 y 20.000 menús.

Será a partir de este lunes cuando comiencen a tener validez los bonos de cinco comidas y su plazo finalizará el 30 de dieciembre. Para poder acceder a ellos, los usuarios tienen que estar en situación de desempleo y solicitar en la Asociación de Restaurantes de Zaragoza.

Pero las previsiones del ayuntamiento indican que esta iniciativa solidaria continuará, o por lo menos, este es el objetivo del consejero de Acción Social, Roberto Fernández y del portavoz de CHA, Carmelo Asensio que aseguró que este proyecto atiende las necesidades básicas de un sector de la población en riesgo de exclusión social y que, además, lo hace sin "estigmatizar" a nadie.

Asensio quiso recalcar las repercusiones positivas que esta actuación puede tener en el sector hostelero. Informó que con la crisis más de 200 restaurantes han tenido que bajar la persiana y, en consecuencia, alrededor de 600 personas han perdido sus puestos de trabajo.