El fútbol está de vuelta. Para los amigos esto supone que vuelven las emociones, los llantos, las celebraciones y las rondas de más. Algunos grupos de Whatsapp ya tienen fijada la hora porque, a partir del próximo fin de semana, LaLiga retoma la competición después de tres meses de parón por la crisis sanitaria. Por el momento, los estadios permanerán cerrados hasta nuevo aviso, así que el aficionado tiene dos opciones; puede verlo en la televisión de su casa bajo pago o puede disfrutarlo en compañía en la terraza de un bar, donde las derrotas y el bolsillo duelen un poco menos.

Hasta ahora, los bares se han adaptado bien a la desescalada. La mayoría han respetado las recomendaciones sanitarias, han acondicionado y ampliado las terrazas aumentado la distancia a dos metros y cumpliendo los protocolos de desinfección adecuados. A partir de este lunes, la entrada de la tercera fase en Aragón, les permite aumentar a un 75% su capacidad fuera y a un 50% el aforo dentro de los establecimiento.

El fútbol viene acompañado de una gran cantidad de seguidores que acudirán a los bares a disfrutar del espectáculo y esto implicará una mayor vigilancia y esfuerzo para los hosteleros. Los grandes partidos siempre se han vivido acompañados y, aunque estos sean algo atípicos, para la sociedad es una oferta de ocio y distracción necesaria. Por ello, todos extreman las medidas para acoger a multitud de aficionados y dar entrada a la ‘fase fútbol’.

LOS BARES// A pocos metros del estadio municipal de La Romareda se localiza uno de los centros de reunión de los aficionados zaragocistas. El restaurante Rogelios acoge desde hace muchos años a los fieles blanquillos horas antes del encuentro. «Ahora lo vemos difícil pero nos tenemos que acoplar a las nuevas normas. Nosotros tenemos la ventaja de que disponemos de muchas pantallas para ver el fútbol, tanto dentro como fuera del local, y lo aprovecharemos. La gente que quiera ver el fútbol tendrá que venir a los bares y allí estaremos nosotros», apunta el dueño Luis Soler. La extensa terraza de Rogelios permite recibir a muchos aficionados y aplicar correctamente las medidas de desinfección. «Utilizamos bombas para desinfectar al final de cada jornada y, cada vez que se sienta alguien, desinfectamos mesas y sillas. Ahora sube un poco el nivel de espacio y podrá estar más gente, así que guardaremos las distancias pertinentes. Creo que la gente vendrá a recibirlos al campo y luego se tomarán su cerveza viéndoles jugar. Cantarán cuando haya un gol e igual que antes lo escuchábamos los de fuera, ahora serán los jugadores quienes lo escuchen», valora Luis Soler.

A poca distancia de allí, en la plaza San Francisco, la Laurel Spiritual acoge a los aficionados que no van al campo y quieren disfrutar del partido en la terraza. «Tenemos una pantalla de cara al exterior, los días que hay fútbol siempre se agolpa más gente, la terraza suele llenarse y durante el partido está a tope. Como está cerca del campo, unas horas antes suele venir la gente a comer y a beber», asegura el gerente Raúl Gómez.

A partir de este lunes, tendrán un margen de aforo un poco más amplio para trabajar fuera. «Estamos con una separación entre las mesas de dos metros, ya que es muy amplia la terraza. Además aplicamos desinfección y utilización de geles cada vez que vienen o se van los clientes. Todavía no hemos vivido lo que ocurre con un partido de fútbol, la gente se agolpa mucho, bebe bastante y al baño solo pueden pasar de uno en uno. Habrá que estar más pendiente, la gente joven, que no tiene tanto miedo, preferirá verlo con más ambiente», añade el dueño.

El bar Los Cuberos, en las Delicias, es un sitio habitual en el barrio donde compartir ocio, bebida, comida y pasión por el fútbol. «Antes venía mucha gente a ver el fútbol, ahora todo el mundo debe estar sentado y será complicado, a ver como se controlan. Las mesas están cada dos metros y, cada vez que se levantan, limpiamos todo, pero con el fútbol la cosa se complica», indica el dueño Mariano Cubero.

Cuenta con una clientela fiel desde hace muchos años y espera que poco a poco vayan acercándose. «Creo que la gente escogerá el bar antes que estar en casa, como echaran partidos desde las tres de la tarde, todos los bares que tengan televisión y fútbol, tendrán mucha gente. También digo, yo no he visto nunca a alguien los 90 minutos sentado y en un bar menos, pero la gente se tiene que acostumbrar a lo que hay», apunta Cubero.

OCIO DEPORTIVO// Con la llegada de los deportes cogen aire la multitud de bares que centran su propuesta en dar al cliente un ocio compartido de deporte. La Malteadora, a un par de bocacalles de Fernando el Católico, posee un aforo de 320 personas y está preparada para recibir a los aficionados. «No estamos descontentos por como ha sido el arranque, hemos sido muy escrupulosos con los protocolos de seguridad. Vamos a publicitar el fútbol y la fase final de la ACB utilizando el lema #NuncaCaminarásSolo y pinta muy bien», asegura Rafael San Emeterio, responsable de comunicación y marketing.

El establecimiento de la capital aragonesa cuenta con cadieras de hasta 12 personas con televisión propia y 11 pantallas de televisión visibles desde todas las mesas. «Uno de nuestros puntos fuertes siempre ha sido cualquier tipo de competición deportiva; fútbol, baloncesto, NBA, superbowl… La gente tiene muchas ganas de socializar y el deporte es un factor importante. Ha habido muchas llamadas y se han hecho muchas reservas para los partidos del Casademont y del Real Zaragoza», concluye.