La feria Sant Medardo regresa a Benabarre este fin de semana como el mayor escaparate agroalimentario de la Ribagorza y su entorno más próximo. Lo hace con la vista puesta en su trigésimo aniversario y con su reinvención, desde la tradición que le caracteriza, en el horizonte.

Son algunos de los detalles que se expusieron ayer en la presentación de este evento, donde participaron la responsable de Desarrollo Territorial en la Diputación de Huesca (DPH), Maribel de Pablo, y el alcalde de la localidad altoaragonesa, Alfredo Sancho, acompañados por María José Sánchez, agente de Empleo y Desarrollo Local y miembro de la comisión organizadora de una feria que ha conseguido hacer visible el potencial agroalimentario de la zona.

La misma, ahora, está centrada, como señalaron, en su evolución y en definir un enfoque que va de una cita tradicional a la innovación y la reinvención constante.

La feria Abrirá sus puertas mañana, a partir de las cinco de la tarde, sin olvidar tampoco su origen pastoril.

De esta manera, este evento de Benabarre recuperará una parte importante de su historia fundacional como pueblo de paso de pastores transhumantes por la antigua cabañera del mismo nombre, un lugar donde ya se generaba intercambio de productos artesanales y de ganado en el siglo XIII.

De ahí la muestra ganadera que se organiza en el exterior del recinto ferial durante todo el fin de semana. Uno de los momentos que más llamará la atención en ese aspecto será el paso de las más de 2.000 ovejas que, a las 11 de la mañana, cruzarán el centro del municipio, recordando así a aquellos primeros encuentros agropecuarios.

La jornada del domingo también incluye un taller de la genuina caravana Xisqueta del tratamiento de la lana, mientras que las carpas centrales serán objeto de debate y catas con una gran variedad de actividades.

Entre ellas destaca la que presenta Cristian Yáñez, chef de La Ternasca, que se encargará de una sesión sobre cómo preparar el ternasco de Aragón. También es reseñable la que reunirá a profesionales del sector para sentar las bases de un modelo de innovación en las ferias tradicionales.

Este municipio tiene en sus productos una de las columnas vertebrales de la actividad económica y, como destacaron desde la institución provincial, solo aquellos que alcanzan la excelencia alimentaria pasan a formar parte de la cesta de Benabarre Sabor. Bajo este sello se concentran las mejores manos y materias primas en cuestión de productos como chocolates, quesos, azafrán, carne, nueces, miel y variedades panaderas.

En esta edición, la gaseosa se abre paso con sorprendentes sabores de piña, café, frambuesa o limón. Será este el producto que va a centrar el primero de los talleres propuestos con una demostración de coctelería, a cargo de Javier Castillón, profesor de la escuela de Hostelería San Lorenzo de Huesca.

Como ya es habitual en la programación, que cuenta con el respaldo económica de la DPH, se contará con diversas actividades paralelas para entretener a todos los públicos, como el teatro Cuentos de mercado, juegos de habilidad e ingenio, un diorama de Playmobil o la demostración de cerámica en el espacio de alfarería Benabarre, hasta poner el cierre con el ya clásico sorteo de un lote de productos donado por los expositores de la feria.