Los farmacéuticos aragoneses quieren una compensación económica por personalizar la medicación y entregarla al paciente ordenada y lista para ser administrada. Así se lo trasladaron ayer los representantes de los colegios de las tres provincias al consjero de Sanidad, Ricardo Oliván, con el que volverán a reunirse la próxima semana para ultimar detalles de cara a la puesta en marcha del estudio piloto por el que se implantará el novedoso sistema.

El cobro de los boticarios es uno de los principales aspectos que todavía debe solventarse. El Salud asumirá ahora el coste de la prueba, pero no está claro qué pasará cuando la aplicación se generalice. Porque los farmacéuticos aspiran a cobrar por un trabajo que consideran exhaustivo, pero la duda es si será la Administración la que pague o lo hará el usuario.

En principio, se manejan varias alternativas, aunque fuentes de Sanidad subrayaron ayer que su objetivo principal es que la personalización de fármacos para crónicos y polimedicados "no suponga un alto coste para el paciente". Así, algunas de las fórmulas en estudio serían que el paciente no tuviera que pagar --se habla de que el sistema tendría un coste de 30 euros al mes--, que lo hiciera en función de su renta o que fuera gratuito para determinados colectivos.

En todo caso, el encuentro de ayer fue productivo y los farmacéuticos acogieron de buen grado el estudio que pretende poner en marcha el Salud, aunque todavía no hay un plazo previsto para su ejecución.

Sin embargo, los boticarios propondrán un listado de poblaciones en las que se llevará a cabo la prueba distinto al que ofertó ayer el Salud. En todo caso, este estudio se llevará a cabo en tres o cuatro poblaciones de cada una de las tres provincias y llegará, en total a entre 10.000 y 12.000 personas.

La personalización de la medicación acumula una demora superior a un año y medio desde que los farmacéuticos la propusieron. El sistema persigue facilitar la adherencia al tratamiento a través de la entrega de un envase de plástico --blíster-- con diferentes cavidades en las que se introducirán las medicinas a tomar por los pacientes.