Los parados de larga duración -aquellos que llevan más de un año buscando trabajo- son uno de los colectivos más difíciles de reincorporar al mercado laboral. Por ello, el Ejecutivo autonómico, en colaboración con los agentes sociales, puso en marcha en junio del 2016 un programa específico para impulsar su reinserción. En este tiempo, un total de 5.760 desempleados de larga duración han participado en el plan y, de ellos, 2.358 han vuelto a tener un trabajo. «Se han superado las expectativas porque nos marcamos como objetivo que el 25% de los participantes se reinsertara y han sido el 40%», destacó ayer la consejera de Economía, Marta Gastón, tras reunirse en la DGA con los agentes sociales para valorar el programa.

Actualmente, en la comunidad hay unos 28.000 parados de larga duración según la última EPA, mientras que a mediados del 2015 la cifra ascendía a 57.000. A pesar de la bajada, este colectivo de parados aún sigue representando casi el 40% del total de desempleados (72.100). Por todo ello, los sindicatos y la patronal reclamaron la puesta en marcha de un nuevo programa «específico», «mucho más efectivos que los generalistas». «La desaceleración va a hacer que crear empleo sea más difícil, por eso este tipo de planes cada vez serán más importantes», subrayó el presidente de CEOE Aragón, Fernando Callizo. A este respecto, Gastón indicó que «se está estudiando la fórmula» para activar otro programa.

El éxito del plan, sin embargo, no ha permitido reducir la brecha de género en el colectivo. «Antes de su inicio las mujeres representaban el 62% del total, mientras que ahora son el 67%», dijo el líder de CCOO, Manuel Pina. Y eso que el 59,6% de los participantes fueron mujeres. Los parados de entre 25 y 45 años (58%) predominaron en el programa y el sector servicios aglutinó las contrataciones.