"Monotonía de agua tras los cristales", escribe Antonio Machado en su poema Recuerdo Infantil , que versa sobre una tarde parda y fría de invierno. Como profesor de un pequeño colegio de provincias en Soria, Machado sabía de las diferencias entre un colegio rural y los de las grandes urbes. Los libros, apuntes, lecciones sean quizá los mismos, pero su aprendizaje se hace más monótono cuando suena la campana del recreo y uno sólo tiene tres compañeros para jugar, como sucede por ejemplo en Carenas.

Por ello, los niños y niñas de los colegios rurales esperan con ilusión las jornadas de convivencia entre los distintos centros que agrupa un CRA (Colegio Rural Agrupado). Esto es ni más ni menos lo que ha llevado a los profesores del CRA El Mirador a celebrar el carnaval en Cuaresma, después de que el martes de carnaval tuviera que suspenderse la cita por culpa de las nieves caídas tras los cristales.

Alrededor de 95 escolares disfrazados de pingüinos, tortugas, tigres y loros se reunieron en Moros con el único propósito de pasar una jornada divertida con los compañeros de los centros cercanos que integran el CRA. Un autobús se encargó de recogerlos por Torrijo, Villalengua y Munébrega, ya que los de Carenas, al ser sólo cuatro, se desplazaron en el coche de uno de los profesores. Los municipios de Castejón de las Armas, Bubierca, Valtorres, La Vilueña y Bijuesca también forman parte del mismo colegio agrupado, pero al no tener el número mínimo de alumnos han visto cerrados sus centros, y los jóvenes acuden a clase a otros municipios.

Actividades lúdicas

Durante este día, los escolares desayunaron una chocolatada, recorrieron las calles del municipio en un pasacalles infantil, y quemaron la tradicional sardina, para volver al final de la tarde a sus respectivos municipios.

A lo largo del año los niños y niñas realizan tres o cuatro convivencias al año para "favorecer su integración" y que se vayan conociendo de cara al instituto, como explica Eduardo Sánchez, director del Centro Rural Agrupado El Mirador.

Para Juan Andrés, profesor en Moros, junto a los inconvenientes que tiene para los pequeños recibir las clases en su municipio, hay un sin fin de ventajas, como la calidad de vida de estos pueblos y una educación mucho más individualizada.