Después de intentar celebrar el juicio contra la banda del cobre del AVE hasta en otra ocasión, la titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza decidió ayer juzgar al único de los miembros que no ha querido sustraerse de la acción judicial y mantener activa la orden de busca y captura internacional contra los otros cinco componentes. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) solicita cuatro años y medio de cárcel para cada uno de ellos.

Una pena a la que se enfrentaba Angel Irinel, si bien tras admitir los hechos y comprometerse a abonar 46.900 euros, su abogada defensora, Olga Oseira, el fiscal y el abogado del Adif llegaron a un acuerdo por el que la condena de privación de libertad se rebajó a un año y medio de prisión.

Este hombre admitió ante la magistrada dedicarse al robo de cobre de las instalaciones del AVE en la provincia de Zaragoza. Uno de los que cometió fue el 22 de abril del 2014 en una propiedad del Adif en Garrapinillos. Junto a Ionel S., Ionel F. y Antonio F. A. desatornillaron las palomitas de hierro de la valla metálica, de unos tres metros de altura, entraron en el recinto y retiraron las arquetas del cableado de cobre cuya función era la conducción de electricidad de retorno y lo arrancaron tras atarlo a un coche que pusieron en marcha. De esta forma se llevaron 366 metros. En su huida provocaron un incendio en dicha caseta.

Los sospechosos fueron detenidos por la Guardia Civil cuando una patrulla que realizaba servicios de vigilancia observó una furgoneta que iba próxima a la vía del AVE, en la zona de Pina de Ebro. En el interior del vehículo iban cinco personas, de las cuales una se dio a la fuga.

En ese momento, los agentes les sorprendieron con ropa manchada y el bastidor del turismo llevaba enganchado un manojo de cables cortados. A 500 metros había otros 84 metros de cable que iban a recoger posteriormente.

A partir de ahí, la Benemérita realizó varios pinchazos telefónicos que permitió descubrir la chatarrería de Hospitalet de Llobregat en la que vendían el cobre. Allí llegaron a recuperar 653 kilos. También pudo imputarles la autoría de otro robo en la zona de Fraga y Ballobar.

El Adif considera que en una de las sustracciones en los transformadores de la línea «llegaron a comprometer la seguridad de los viajeros, ya que dejaron sin alimentación eléctrica las balizas e instalaciones de seguridad». Asimismo, podían haber provocado que las vallas y los postes de la línea se hubieran electrificado «generando el consiguiente peligro para viajeros y viandantes». Este caso prescribe en un año, por lo que si los cinco fugados no son detenidos en este tiempo quedarán libres.