Comienza la cuenta atrás para la construcción del corredor verde de Oliver-Valdefierro. Antonio Gaspar, teniente de alcalde de Urbanismo (CHA), anunció ayer que en el 2007 los vecinos del oeste de Zaragoza podrán al fin pasear desde la avenida de Navarra hasta Valdespartera por anchas aceras, rodeados de árboles o utilizando el carril bici.

Después de seis meses de negociaciones con Renfe, Urbanismo ha conseguido que la compañía ferroviaria ceda anticipadamente a la ciudad los 115.000 metros cuadrados que atraviesan linealmente los barrios de Miralbueno, Delicias, Oliver, Valdefierro y Casablanca. El objetivo del ayuntamiento era obtener los terrenos para adelantar la construcción de un bulevar que aspira a convertirse en la Gran Vía del suroeste de la ciudad. El coste de convertir las vías en un corredor verde es de 18 millones, 12 de los cuales aportará la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (en la que participan el consistorio, el Gobierno de Aragón, Renfe y el Ministerio de Fomento). Al tratarse de una ocupación anticipada de terrenos, Gaspar precisó que Renfe no ha realizado ninguna valoración y que el ayuntamiento sólo pagará los intereses por adelantar las obras.

"La Gerencia de Urbanismo puede asumir el coste de la operación sin recurrir al área de Economía y Hacienda. Entrañaba un riesgo pero entendíamos que se resolvía un gran problema urbanístico de la ciudad y que merecía la pena convertir esta cicatriz ferroviaria en un espacio de disfrute", dijo Antonio Gaspar. Próximamente, se concretarán las fórmulas de financiación.

ESPACIO PEATONAL El proyecto del corredor verde se redactará a lo largo de los próximos meses. El teniente de alcalde confía en verlo aprobado antes de que finalice diciembre para que las máquinas puedan comenzar a trabajar el próximo año. Los arquitectos Teófilo Martín, Francisco Berruete, Gerardo Molpeceres y Pablo de la Cal y los ingenieros José Antonio Alonso y Félix Royo elaboraron en el año 2000 un anteproyecto del corredor. Este documento será la base sobre la que se diseñará el proyecto definitivo. "El encargo se realizará al mismo equipo que lo ideó. Lo lógico es que sigan con el desarrollo inicial de lo que adelantaron", dijo Gaspar.

Según el anteproyecto, el espacio que hoy ocupan las vías abandonadas de la línea sur de la ciudad, se convertirá en un bulevar de una anchura comprendida entre 32 metros, a su paso por Oliver, y 63, a lo largo de Miralbueno. La superficie central de la avenida, de unos diez metros, será peatonal y dispondrá de bancos, árboles y dos carriles bici. A ambos lados de la plataforma peatonal se construirá una calzada de cuatro metros por la que sólo podrá discurrir un vehículo, además de espacio para aparcar en línea.