A cuatro días de la constitución de los ayuntamientos, PSOE y Ciudadanos abrieron formalmente las negociaciones para un hipotético pacto de Gobierno en la capital aragonesa. La primera conversación entre la socialista Pilar Alegría y Sara Fernández transcurrió, durante una hora, en un clima de cordialidad, lo suficiente para que haya intención de continuar los encuentros y para que la candidata de la formación naranja no descarte «nada». Pero considerando que sigue teniendo al PP de Jorge Azcón como «socio preferente», y que Albert Rivera reiteró ayer su oposición a Pedro Sánchez en Madrid, el panorama no pinta bien para los socialistas.

Sara Fernández, en cuyo despacho del ayuntamiento están transcurriendo hasta ahora las negociaciones con sus dos pretendientes, dejó bien claro, en varias ocasiones, que sigue teniendo a los populares como socio destacado, también después de la hora de reunión preliminar que mantuvo ayer con Pilar Alegría. Ambas, y sus delegaciones negociadoras (el secretario provincial socialista, Juan Antonio Sánchez Quero, y el secretario de organización de Cs, Ramiro Domínguez), se intercambiaron decálogos con sus medidas principales de Gobierno para estudiar, y a priori, Alegría no vio «escollos insalvables» con el programa de Ciudadanos.

Fernández, por contra, sí señaló ante los medios un par de ideas incompatibles con las de la formación naranja, como el proyecto de la línea 2 del tranvía o la aplicación de la ley de capitalidad, pero insistió en que la primera reunión había sido «positiva». Advirtió de que esta negociación está «totalmente desvinculada» de las autonómicas y nacionales, y defendió que, aunque el partido está al corriente a todos los niveles de estas negociaciones, ella da su opinión «libremente» sobre lo que debe suceder en Zaragoza, y esta «cuenta».

De hecho, esta opinión, sobre todo en lo que concierne a su declarada oposición a gobernar con Vox (que sería imprescindible para el Gobierno de derechas), es de lo poco a lo que pueden agarrarse los socialistas para seguir confiando en que Pilar Alegría sea alcaldesa. Porque eso la socialista lo tiene claro, se ve la única «legitimada, por 93.000 votos», para ocupar el sillón de alcaldesa. Pero ayer no llegaron a hablar de sillones.

Pese a la premura de tiempo, ambas candidatas insistieron en dar la vuelta a que «solo» quedan tres días, porque «tres días dan para mucho», afirmó Alegría.

Pero en estas tres jornadas Ciudadanos también tendrá que seguir hablando con el PP. Y según Jorge Azcón, el tercer vértice en este triángulo abierto ayer, las conversaciones no tienen visos de romperse. Con el acuerdo programático «bastante avanzado, aunque no cerrado» y una coincidencia «casi total», no ve peligrar su alianza con Fernández en favor de un PSOE con el que Cs sí tiene profundas discrepancias. «No solo hablamos de tranvía o capitalidad, también de fiscalidad, por ejemplo», explicó. «Pero no soy celoso», ironizó, respecto al encuentro, del que estaba informado.

Los populares tampoco se han puesto a hablar de sillones, ni lo piensan hacer. Azcón solo recordó que el PP tiene 8 concejales y Cs, 6.