El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández López, ha convocado a los comerciantes del centro de Zaragoza afectados por los actos de vandalismo del 20-N a una reunión, que se celebrará el próximo viernes en la sede de la Delegación, para ofrecerles una explicación sobre los hechos y la actuación de la Policía en los mismos.

Numerosos comercios de la Gran Vía y del paseo de Independencia sufrieron el pasado sábado desperfectos y destrozos al paso de una manifestación antifascista, cuya celebración no había sido cimunicada. Jóvenes encapuchados y provistos de esprays realizaron grafitos en las lunas y fachadas de comercios utilizando pinturas abrasivas, difíciles de limpiar, y rompieron algunas lunas.

La Policía, que desplegó un importante dispositivo de seguridad no llegó a intervenir para evitar los destrozos y no se realizó ninguna detención, lo que ha provocado duras críticas de vecinos y comerciantes por la pasividad de los agentes ante la comisión de hechos delictivos.

La Junta Municipal de Distrito de Centro acordó ayer en su asamblea ordinaria trasladar a la Delegación el Gobierno el malestar vecinal por estos hechos y solicitar que sea la institución quien indemnice a los afectados por los daños causados en sus establecimientos.

En el trascurso de la asamblea también se lanzaron fuertes críticas por las manifestaciones en las que Javier Fernández intentó minimizar los hechos, al considerar que no revestían gravedad y que los destrozos causados eran menores que en otras manifestaciones similares en años anteriores.

La Policía argumentó que no había disuelto a los manifestantes "para evitar males mayores y que éstos se dispersaran por otros puntos de la ciudad, creando nuevos focos de tensión",

Según fuentes el Cuerpo, se investiga la identidad de los convocantes de la manifestación y la de las personas que causaron los destrozos para exigirles responsabilidades por estos hechos delictivos.