La provincia de Zaragoza es agua, arte, gastronomía, diversión. En pocos kilómetros se puede pasar de los paisajes semidesérticos a la rica huerta del Ebro. De las escarpadas montañas del Pirineo a ajetreo comercial de Illueca. La Diputación de Zaragoza promueve una serie de rutas temáticas para orientar a los visitantes en su descubrimiento de la provincia. Castillos, mudéjar, micología (cuando sea época), Goya, balnearios y galachos. Un mundo de sensaciones para recorrer con calma disfrutando del paisaje. Cámara de fotos y a caminar.

La primera de las diez rutas que se propondrán en estas páginas con la colaboración de la DPZ comienza en Borja. Sus 67 kilómetros permiten descubrir las localidades cercanas al Parque Natural del Moncayo, todas ellas con un trazado ligado a su discurrir histórico: judíos, musulmanes y cristianos convivieron (a veces mejor, a veces peor) y legaron a la posteridad mezquitas, sinagogas y ermitas en las que los distintos artes se mezclan creando nuevas formas de entender la religiosidad popular. Pero además de arquitectura, los alrededores del Moncayo ofrecen naturaleza desbordante.

Borja es una de las ciudades aragonesas con mayor influencia islámica en sus calles. Los viajeros pueden perderse entre las calles que serpentean por la colina, encontrar pequeños callejones sin salida, plazas abigarradas y curiosos desniveles. Además de con su espíritu árabe, la ciudad cuenta con una pintoresca judería y monumentos bien conservados: la colegiata de Santa María y su museo, la casa consistorial, la plaza del Mercado y la renacentista casa Aguilar.

Creencias y tradiciones

El siguiente alto en el camino es monasterio de Veruela, interesante ejemplo de arquitectura abacial cisterciense que es sede internacional de conciertos y ofrece una muy interesante programación cultural. Varias estancias del cenáculo evocan la presencia de Gustavo Adolfo Bécquer quien, en 1863, se instaló en las celdas del convento durante una larga temporada en compañía de su familia y de su hermano Valeriano. El escritor sevillano, con graves problemas de salud, concibió aquí algunas de sus más afamadas narraciones, que hunden sus raíces en leyendas locales. Con su pluma inmortalizó a gentes, creencias y tradiciones del lugar a la vez que su hermano, diestro dibujante y pintor, hacía lo propio con sus lápices y pinceles. Además, en la actualidad acoge el museo del vino de la Denominación de Origen Campo de Borja. Menos el conductor, el resto de los viajeros harán bien en probar los espectaculares caldos de la zona.

El viaje sigue. En menos de media hora se alcanza el Parque Natural del Moncayo, espacio de paseo y deportes de montaña, con zonas de descanso y senderos hasta alcanzar su cima a 2.315 metros. Para descubrir todo el entorno serían necesarios un par de días, pero en pocas horas es posible conocer la diversidad natural y algunos ejemplos de la fauna de la zona. Se puede destacar que en época de setas, gracias a las actividades de la Asociación Micológica de San Martín del Moncayo, este es uno de los destinos preferidos para los aficionados a la micología. El interés, el cuidado y el saber hacer de los miembros de la agrupación han logrado sacar adelante un centro de interpretación y han convertido las laderas del Moncayo en un referente mundial para la recogida de setas.

Tarazona es un final de ruta que no defrauda. Sus callejas, su actividad cultural y su recientemente restaurada catedral la convierten en uno de los destinos turísticos aragoneses más demandados. La ciudad ofrece un importante legado histórico, tan relevante como el patrimonio mudéjar o una judería de calles estrechas, pasadizos y arcos bien conservados. Posee fotogénicas casas colgadas, el palacio arzobispal, varias iglesias y los conventos de la Magdalena, San Francisco y la Merced, además del singular ayuntamiento con su friso renacentista. También cuenta con establecimientos hosteleros que gracias a jornadas y certámenes han renovado la oferta gastronómica para el disfrute de los viajeros. El mejor colofón posible a una ruta que mezcla historia, setas y literatura.