Puibolea, en la Hoya de Huesca, lleva desde 1989 sin poder utilizar su iglesia parroquial, un edificio del barroco rural aragonés, del siglo XVII, con valor arquitectónico y cultural. El motivo es el abandono en que se encuentra desde hace décadas y que hace que el estado del templo se deteriore cada año un poco más, hasta que en fechas recientes se desplomó la cubierta.

"La iglesia está cerrada desde el año 1989, pues hubo problemas con las bóvedas", denuncia Sergio Aurensanz, vecino y arquitecto técnico de profesión. "Desde entonces los oficios religiosos se celebran en las escuelas y el edificio no ha parado de degradarse", añade.

En su opinión, la desidia de las administraciones y del propio obispado de Huesca han llevado a este estado de cosas. "La DGA llegó a redactar un proyecto de rehabilitación, por un valor de 300.000 euros, pero no se ha llevado a cabo", explicó Aurensanz.

En el 2005, además, hubo que desmontar parte de la torre del campanario, pues amenazaba con caer encima de las casas vecinas. Y en el 2006 se procedió al traslado de los bienes muebles a un lugar seguro pues el templo amenaza con venirse abajo.

Esta situación ha sido denunciada por Apudepa y por Hispania Nostra, que ha incluido la iglesia de Puibolea en su lista roja de inmuebles en peligro. La primera ha exigido a las administraciones públicas que consoliden el templo y aseguren su conservación. Esta asociación "consideraría imperdonable que las autoridades locales permitieran la pérdida del elemento histórico de mayor importancia de Puibolea, que a su vez es un bien interesante del patrimonio aragonés".

"Ha llegado el momento de actuar, no se puede dejar pasar ni un día más", subraya, por su parte, Aurensanz, que afirma que el pueblo está movilizado por su patrimonio.