El Gobierno de Aragón ha ahorrado casi diez millones de euros tras la supresión de 20 empresas públicas de las más de cien que poseía en el 2012. Según un informe dado a conocer ayer por el Ministerio de Hacienda, el Ejecutivo autonómico ha cumplido los compromisos adquiridos ese año y, de los 16 entes públicos que dijo que extinguiría, a 1 de julio del 2014 son ya 20.
El plan del Ejecutivo autonómico es reducir su corporación empresarial pública a menos de cuarenta, de las más de cien que tenía. Aunque se destaca que el ahorro con la supresión de estos entes es de diez millones, el Gobierno de Aragón no ha facilitado datos al ministerio sobre los ahorros que se están produciendo en las empresas públicas activas. Según la justificación, porque "se está trabajando en la mejora de esta información".
El informe del Ministerio de Hacienda ratifica que todas las comunidades autónomas han extinguido más empresas de las que inicialmente se comprometieron, una de las medidas que se comprometieron para cumplir con la estabilidad presupuestaria y los objetivos de déficit. Además, indica que Aragón no cumplió inicialmente los objetivos pero en un año los ha superado. De este modo, si se comprometió a eliminar 16 en el 2012, en julio del 2013 había suprimido solo 14. Un año después, ha extinguido o está a punto de hacerlo una veintena, con un ahorro en personal de 1,7 millones y casi 10 en total.
No obstante, Aragón se comprometió a tener eliminadas en el 2014 25, por lo que ha cumplido al 80%, y pretendía reducir su cuerpo empresarial en un 21%, uno de los porcentajes más bajos de todos los de las comunidades autónomas.
Entre las empresas que han causado baja, figura Plaza Servicios Aéreos, Promoción Aeroportuaria de Zaragoza, la Escuela Superior de Hostelería de Aragón (que asume la administración, al igual que el Centro Dramático de Aragón), Aeronáutica de los Pirineos, Infraestructuras y Servicios de Telecomunicaciones de Aragón, Savia o Candidatura Juegos Olímpicos Zaragoza--Pirineos 2022.
Muchas otras se han fusionado. De estas operaciones destaca por el volumen de las dos empresas afectadas, Sirasa y Sodemasa, la creación de Sarga, tras una compleja y polémica reestructuración.
