El Consejo de Gobierno aprobó ayer el techo de gasto no financiero para el 2020, que asciende a 5.583 millones, lo que supone un incremento del 5,2% respecto al 2019. A falta de que lo apruebe el pleno de las Cortes este jueves, esta será la cantidad que la administración aragonesa podrá gastarse el próximo año. Supone un incremento de 276 millones más respecto al 2019, en el que los presupuestos están prorrogados del año anterior tras no lograrse un acuerdo para aprobarlos.

El consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, explicó tras la celebración del consejo extraordinario que se trata de un trámite previo y necesario para la posterior tramitación aprobación del presupuesto autonómico. Los más de 5.000 millones, son una estimación «prudente», «pegada a la realidad» y «acompasada» con el crecimiento PIB. Para el titular de Hacienda, el techo de gasto aprobado refleja «unas estimaciones prudentes y acompasadas con el crecimiento del PIB».

El total resulta de las aportaciones de los ingresos que provienen de los 3.954 millones del sistema de financiación autonómica, cantidad que se ha elevado un 11,23% respecto al último presupuesto y de las ayudas finalistas entre las que destacan a PAC, la dependencia y los distintos fondos europeos y que con un crecimiento del 10,27%, se sitúa en los 788 millones.

También son fruto de la recaudación de impuestos, con 511 millones, así como las tasas, los precios públicos, las prestaciones de servicios o las multas. En el caso de los impuestos, la comunidad autónoma ha reducido sus beneficios un 8,45%, es decir, que este año las arcas públicas han recibido 47 millones menos, principalmente por los cambios normativos en el impuesto de sucesiones y donaciones y por la sentencia del Tribunal Supremo que afecta a las hipotecas. Respecto a «los ajustes de contabilidad» nacional, la cifra que se obtiene es de 212 millones, casi un 11% menos que en el 2018. No hay que olvidar que el margen de déficit previsto es del 0 %

Se trata del primer paso que da el cuatripartito de cara a la elaboración de los presupuestos del 2020 que el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, quiere que estén en vigor el próximo mes de enero. Un deseo ambicioso y difícil de cumplir -a tenor de la costumbre- y que urge después de que la comunidad autónoma lleve un año funcionando con las cuentas prorrogadas del 2019.