El Gobierno de Aragón y el Acuario de Zaragoza trabajan en la recuperación y cría en cautividad de 500 madrillas salvadas en una acequia. Esta especie, que hace unos años era muy numerosa, sufre en la actualidad un serio retroceso por la llegada de peces exóticos a la cuenca del Ebro.

Los ejemplares fueron recogidos hace unas semanas en un canal de Monzalbarba cuando quedaban muy pocos centímetros de agua y su vida corría peligro. La actuación se enmarca dentro de un convenio de colaboración que ambas instituciones tienen suscrito para impulsar la divulgación y la conservación de la fauna acuática aragonesa.

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, visitó ayer el acuario para concocer de primera mano mano el proyecto de cría de madrillas parachondrostoma miegii en sus instalaciones zoológicas en el que se inscribe este último rescate.

En la acequia quedaban muy pocos centímetros de agua y gracias a la colaboración y coordinación entre el Gobierno de Aragón y el Acuario de Zaragoza también se salvaron barbos, carpas y gobios, entre otras especies.

Las madrillas se llevaron a las instalaciones del Acuario de Zaragoza, con el fin de que entraran a formar parte del proyecto de cría de esta especie en cautividad. El resto de peces fueron guiados por las acequias de riego hasta su liberación en el río Ebro.

Actualmente, parte de las madrillas del acuario zaragozano se encuentran en las instalaciones de cuarentena recuperándose de heridas que han sufrido en la acequia y durante el transporte, y fortaleciéndose para poder entrar a formar parte de este proyecto de reproducción, mientras que un grupo de 30 madrillas están ya en su tanque de exposición.

MARGARITIFERA

Durante los últimos meses y gracias al convenio de colaboración que tienen suscrito el Gobierno de Aragón y el Acuario de Zaragoza, ambas instituciones han desarrollado importantes líneas de actuación como la iniciada para recuperar la margaritifera auricularia en el centro de cría de La Alfranca o, como en el caso de las madrillas, para conseguir su adaptación a la cautividad y su mantenimiento. También han llevado a cabo acciones de conservación de especies de reptiles autóctonos ( el galápago europeo emys orbicularis y el galápago leproso mauremys leprosa, entre otros). Asimismo, el acuario también ha sido centro de recogida temporal de ejemplares de galápago de florida trachemys scripta y otras tortugas de agua.

Estos planes de conservación de la fauna poco a poco van dando sus frutos, aunque sus avances son lentos. El pasado verano la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) localizó el ejemplar de margaritífera auricularia, especie conocida también como margaritona, más cercano a la ciudad de Zaragoza. Junto a ella se registraron otro centenar de individuos de las otras tres náyades autóctonas del Ebro. Esto supone que las aguas van recuperando su calidad y que la presión de las especies invasoras sobre la fauna es menor. Habrá que ver cómo responden las madrillas que siguen en libertad.