El Gobierno aragonés reactivará hoy mismo el debate hidrológico interno diseñado para poner fin a las tensiones provocadas por algunos proyectos de regulación en la comunidad. Determinar el tamaño final del recrecimiento del embalse de Yesa y despejar las dudas sobre el futuro de las presas de Biscarrués y Santaliestra están entre los principales retos socio-políticos.

Aragón inició tras las elecciones del pasado marzo un proceso de debate interno para acabar con la división hidráulica y recuperar el tradicional consenso en materia de agua. El pasado julio se alcanzó un preacuerdo en un grupo de trabajo específico de la Comisión del Agua, el órgano de participación y discusión de la comunidad autónoma.

Dicho preacuerdo aludía a una de las obras más polémicas, el recrecimiento de Yesa, y abogaba por disminuir ligeramente la cota (altura) de la presa recrecida para no inundar núcleos urbanos, satisfacer las demandas e intentar conciliar posturas.

Sólo CHA y asociaciones como Río Aragón se quedaron fuera de una propuesta de dictamen que cuenta con el respaldo del resto de partidos (incluidos PP y PAR) y de los regantes.

Ahora, ese dictamen debe recibir el visto bueno de la Comisión del Agua (primero, de su permanente y después, del plenario). Hoy se reúne el primero de estos órganos, que se encargará de elaborar el orden del día del próximo pleno.

EVITAR BLOQUEOS Aunque no hay fechas para dar por cerrados los acuerdos, el interés del consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, ha sido agilizar los debates para no seguir manteniendo obras paralizadas. Porque mientras avanzan las discusiones, los proyectos están parados.

Tras Yesa deben llegar los análisis sobre los embalses de Biscarrués y Santaliestra, los otros dos que han generado oposición social y que han sido llevados a los tribunales. Por el momento, los dirigentes políticos de diversas administraciones remiten a la posible decisión de la Comisión del Agua cuando se les pregunta por el futuro de estas dos obras.

El borrador de las Bases de la Política Hidráulica de Aragón apostaba por descartar Santaliestra si este proyecto no salva sus problemas judiciales y plantear, a cambio, un mayor recrecimiento del embalse de San Salvador. Pero los regantes del Canal de Aragón y Cataluña, beneficiarios de estas actuaciones, aseguran que ambas son complementarias y que no se puede renunciar a ninguna de ella.

Respecto a Biscarrués, sigue paralizado pese a que los trabajos se adjudicaron hace años. El Ministerio de Medio Ambiente decidió revisar el proyecto para asegurarse de que no tenía fisuras .