En lo que va de año ya han muerto tres personas en sus puestos de trabajo en Aragón. Los últimos en engrosar esta trágica lista fueron Francisco Payán Campos e Ionel Chirtibusi, dos hombres que ayer perdieron la vida en sendos accidentes laborales.

El primer siniestro tuvo lugar sobre las 5.30 horas en la A-2, a la altura de La Almunia de Doña Godina. Un trabajador de la empresa Jica, subcontrata de Ferrovial para los trabajos de pinturas de señalización horizontal en la vía, fue atropellado mortalmente tras descender de la furgoneta a la altura del kilómetro 269, sentido Francia.

El fallecido, que era el conductor de la furgoneta, descendió del vehículo para señalizar a los turismos la presencia de vehículos y trabajadores en la vía durante la realización de varios trabajos de conservación en la carretera. Fue en ese momento cuando un turismo lo arrolló mortalmente.

CONDUCTOR EN SHOCK

Inmediatamente se trasladó hasta el lugar personal sanitario del 061 que tan solo pudo certificar el fallecimiento de este trabajador de 29 años. El equipo de Atestados de la Guardia Civil de Calatayud abrió una investigación para tratar de aclarar las circunstancias que rodean a este siniestro. Al conductor del otro vehículo implicado no le pudieron realizar la prueba de alcoholemia por el estado de shock que sufría.

Hace 15 días y a escasos metros del lugar de este accidente, en el kilómetro 279, Francisco José Cabeza Román, de 45 años, perdía la vida en circunstancias similares. Circulaba en su vehículo a su casa en Almonacid de la Sierra cuando su turismo, un Peugeot 307, pudo quedarse sin combustible y decidió bajarse. Un camión que circulaba en ese momento lo arrolló mortalmente. Un siniestro que a su vez provocó otro, ya que un segundo camión chocó con el vehículo del fallecido. No obstante, no hubo que lamentar más víctimas.

El otro trabajador fallecido ayer fue Ionel Chirtibusi, de 50 años, que falleció tras precipitarse al vacío desde el andamio de una obra en el número 1 de Vía Hispanidad. Ocurrió sobre las 9.30 horas. Según fuentes de UGT, este trabajador perteneciente a la empresa Construcciones Gil se precipitó desde una séptima planta cuando instalaba un toldo cuando pisó mal y cayó al vacío.

Una circunstancia que está investigando el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, así como Inspección de Trabajo, que se trasladaron al lugar del siniestro para recabar las pruebas y testimonios del resto de trabajadores necesarios para aclarar los extremos de este accidente. No obstante, según fuentes de UGT, este hombre no llevaba ningún arnés que hubiera evitado este trágico final tras perder la estabilidad. El andamio estaría bien instalado y cumpliría, inicialmente, todas las medidas perimetrales obligatorias. Varios compañeros del finado tuvieron que ser asistidos por sanitarios del 061 por brotes de ansiedad.

LLAMAMIENTO

Unos accidentes que fueron lamentados por sindicatos como UGT y CCOO, y partidos políticos como Izquierda Unida, el Partido Comunista y la Unión de Juventudes Comunistas de España: quienes hicieron un nuevo llamamiento a la implicación y al máximo compromiso de todas las autoridades, de la sociedad y en especial de las empresas, como principales actores responsables de la siniestralidad laboral y las muertes en el trabajo, para erradicar «esa lacra». Asimismo, solicitaron el máximo rigor en el esclarecimiento de estos hechos.

El pasado 2018 se cerró con un total de 17.680 accidentes laborales, 15.580 en jornada de trabajo y 2.100 in itinere, causando 36 muertos (11 de ellos durante el desplazamiento al trabajo), un 25% más con respecto al 2017.

Unas cifras que demuestra, según los expertos en salud laboral, un claro deterioro generalizado en las condiciones laborales debido a la alta precariedad, la rotación en las plantillas y a la falta de inversión en materia de prevención por parte de la empresas.