L as tareas rutinarias de mantenimiento en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) se vieron ayer abruptamente interrumpidas por el hallazgo de una pieza de mortero que, tras ser examinada por un tédax de la Guardia Civil, resultó estar vacía y carecer de su correspondiente espoleta.

Sobre las 13.00 horas, dos operarios de la entidad de conservación estaban desbrozando el terreno junto a una parcela vacía de la calle Aversa, en la parte oeste del polígono, cuando uno de ellos se percató de la presencia de un bulto entre la maleza. Cuando el trabajador quiso darse cuenta, su máquina había hecho trizas la bolsa de plástico azul que lo envolvía. Ante sus ojos apareció un artefacto de color negro de unos 40 centímetros con una cabeza naranja. Inmediatamente detuvieron su trabajo y avisaron a la oficina.

INTERVENCIÓN DEL TÉDAX

Una de sus responsables acudió al momento y por el camino se encontró con un coche de la Policía Local, a la que alertó del incidente. Una vez ante el objeto, los agentes decidieron con buen criterio avisar a la Guardia Civil, que en 15 minutos desplazó hasta ese punto tres vehículos a los que también se sumó otro de la Policía de barrios rurales. El hallazgo se produjo en una zona en la que predominan las parcelas vacías. Los edificios más cercanos son los que ocupan empresas como Sagelux y Evelio Suero.

Controlado el perímetro, el dispositivo aguardó a la llegada, una media hora después, de un miembro de los tédax de la Benemérita, especialista en la desactivación de explosivos. El agente se acercó a examinar el artefacto y, tras una exhaustiva inspección, comprobó que el proyectil no tenía espoleta y que su escaso peso indicaba que este se encontraba vacío.

"Después de mirarlo un rato, lo ha cogido muy suavemente y en seguida nos ha tranquilizado asegurándonos que estaba vacío. A ver si no, quién era el guapo que se acercaba allí", explicó la portavoz de la entidad urbanística de conservación. La hipótesis de la Guardia Civil es que la pieza de mortero usada, de cabeza naranja, identificada por ello como las que se utilizan en las prácticas militares, tuvo que ser abandonada allí por alguien hace tiempo dado lo escondida que se encontraba.

Los agentes explicaron lo habitual que resulta encontrar estos restos de armamento, que algunas personas deciden llevarse un día a su casa como recuerdo y que finalmente abandonan en cualquier descampado. Este hallazgo sin peligro llega apenas un mes después de que la Guardia Civil localizase y destruyese un gran arsenal de bombas de la Guerra Civil en una finca privada de la localidad turolense de Villastar tras el aviso de su propietario. Solo en Teruel este año se han destruido 212 artefactos explosivos de la Guerra Civil.