Nuevo paso atrás en Aragón. Las ciudades de Zaragoza han quedado confinadas perimetralmente desde las 00.00 horas de hoy. Esto supone que un total de 860.000 personas verán limitada su movilidad, es decir, dos de cada tres aragoneses no podrán salir de sus municipios si no está justificado por motivos laborales, sanitarios, educativos o de urgencia.

Desde que finalizó el primer estado de alarma de primavera y se acabó también el confinamiento domiciliario, jamás tantos ciudadanos en la comunidad habían visto limitada su movilidad. Pero esta es solo una de las medidas anunciadas ayer por la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, para tratar de frenar la curva de contagios de la cuarta ola de coronavirus en Aragón.

Así, el toque de queda se adelanta (también a partir de este sábado) a las 22.00 horas y las actividades comerciales y no esenciales (como la hostelería) deberán cerrar a las 18.00 horas de viernes a domingo, mientras que de lunes a jueves se mantiene el horario de las 20.00 horas. Por otro lado, las reuniones solo podrán ser de cuatro personas, salvo en convivientes, tanto en el ámbito privado como en el público. Es decir, en las terrazas, por ejemplo, las mesas no podrán juntar a más de cuatro.

«Son medidas ponderadas con la situación a la que nos enfrentamos», se defendió Repollés, que después de algunas semanas sin demasiada exposición pública se sabía incómoda por tener que dar, de nuevo, malas noticias. Detrás de la decisión de Sanidad está el ascenso elevado y «evidente» de casos que se está registrando y que, por primera vez desde que empezara la Navidad, se refleja en las estadísticas oficiales, dado que esta semana no ha habido días festivos que hayan intercedido en la detección y registro de positivos. Los datos de la evolución de la pandemia, son «negros o muy negros, llegó a decir el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo aunque, «por el momento», la situación en las uci es mejor que en el inicio de la tercera ola de coronavirus. A día de ayer, el 25% de las camas de cuidados intensivos estaban ocupadas por enfermos covid, «el límite» de lo que mandan los estándares de alerta para el Gobierno de Aragón.

El adelanto del cierre de los comercios a las 18.00 horas (nunca antes se había puesto el límite tan pronto) fue una de las principales novedades, pero la consejera incidió ayer también en otro aspecto que en las últimas semanas ha generado polémica: los aforos de los centros comerciales.

En este sentido, el Gobierno de Aragón va a exigir a partir de ahora que estos establecimientos tengan con un sistema de conteo (sea informático o personal) que permita conocer, al momento, el número de personas que hay dentro de las instalaciones. Así, en el caso de que reciban una inspección, la Policía podría saber in situ si se están cumpliendo las normas establecidas por Sanidad. Asimismo, los centros comerciales deberán tener un registro con los aforos que se han dado en los últimos días, para que los inspectores puedan constatar que el límite de acceso se ha cumplido siempre.

La consejera de Sanidad compareció a las 11.00 horas de ayer para anunciar estas nuevas restricciones después de que el jueves se conociera que su departamento ya las estaba estudiando, aunque ella misma reconoció este viernes que hasta esa misma mañana no tenían claro qué localidades iban a ser confinadas.

Lambán pide implicación a la Policía

Asimismo, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, compareció una hora y media después y durante el acto fue preguntado por las restricciones. El jefe del Ejecutivo autonómico reclamó entonces la «implicación activa» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para lograr el cumplimiento efectivo de las medidas de restricción anunciadas, lo que no gustó algunos sindicatos y asociaciones policiales, como Jucil, Jupol y Csif, que le recriminaron a Lambán que hubiera dado a entender que la labor de la Policía había sido insuficiente hasta ahora.

La competencia sobre estos cuerpos, recordó también el presidente, no es del Gobierno de Aragón, por lo que pidió a las diferentes administraciones que reaccionaran «de forma inmediata» para hacer cumplir las nuevas normas. Lejos que acusar, el presidente aragonés aseguró que confía en que esa reacción se produzca.

Por otro lado, Lambán se mostró, una vez más, contrario a los confinamientos domiciliarios como el de marzo y como los que están aplicando ya en países como Alemania o el Reino Unido. «Si tuviera la capacidad legal de establecer confinamientos -llegó a decir el presidente- a estas alturas no lo haría», aunque esto «no quiere decir que dentro de una semana no lo planteara». Repollés, minutos antes, ya había descartado esta opción, aunque utilizó el ejemplo de las medidas que se están tomando en el entorno europeo para justificar las propias.

El criterio de Sanidad se basa, únicamente, en los datos que maneja el departamento según defendió Repollés. Con respecto a las localidades confinadas, se han cerrado aquellas de más de 10.000 habitantes cuyo índice acumulado (contagios por cada 100.000 habitantes) en los últimos siete días fuera mayor de 250. Cuarte de Huerva, a día de ayer, todavía no había superado ese límite, pero la previsión es que hoy mismo sí que lo haga.

Sobre la distinción entre los fines de semana y el resto para establecer el límite horario, Repollés explicó que es entre el viernes y el domingo cuando se dan más contactos de riesgo. «En cualquier caso, si las medidas no dan los resultados esperados plantearemos ampliar los horarios a toda la semana», advirtió también. La cuarta ola ya está aquí, y el nuevo paquete de medidas para tratar de frenarla (es el segundo desde que comenzó el año), también. En el futuro solo el coronavirus dirá.