Un espectacular incendio desatado ayer poco antes de las 19.00 horas en el Desguace Aeropuerto de Zaragoza obligó a movilizar ayer a numerosos efectivos de bomberos, tanto de la capital aragonesa como de la diputación provincial, que al cierre de esta edición continuaban trabajando en la zona para evitar que las llamas se propagasen por los campos de los alrededores. Preveían estar trabajando toda la noche, aunque al parecer habían conseguido contener el avance de las llamas, que se restringían al recinto. El fuego no causó heridos, aunque obligó a desalojar tanto la empresa afectada como una gasolinera cercana.

Según informaron los Bomberos de Zaragoza, el 112 les dio el primer aviso del incendio a las 18.49 horas, y, por experiencia de anteriores incendios en esta instalación u otras similares, enviaron varias dotaciones. Progresivamente fueron hasta 12, entre ellas tres camiones nodriza, autobombas y un brazo articulado.

El fuego se originó al parecer durante las tareas habituales de prensado de los vehículos para convertirlos en chatarra. Una chispa prendió en los residuos, en ocasiones aún impregnados de gasolina, y las llamas enseguida se cebaron en las pilas de vehículos ya aplastados que había cerca de la zona de los trabajos.

CAMPOS Y CASAS / Cuando llegaron los Bomberos, auxiliados por la Policía Local, la situación era compleja, ya que las llamas estaban escapando del recinto del desguace y avanzaban por los campos cercanos. Por precaución se desalojó una gasolinera cercana, además de la propia instalación, y con ayuda de camiones pudieron practicar improvisados cortafuegos para impedir que hubiese daños en las casas más próximas. Algunos vecinos consultados por este diario creían que alguna había sido afectada, pero no se pudo confirmar.

Mientras, y casi desde el principio, el material plástico de los coches y neumáticos generó una densa nube de humo que podia verse desde muchos kilómetros a la redonda, lo que generó cierta alarma tanto en la capital como en localidades cercanas, que no sabían dónde estaba el fuego.

Al cierre de esta edición, y una vez incorporados los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza, las llamas parecían confinadas al desguace, por lo que en principio era cuestión de tiempo que se diera por controlado, aunque las tareas iban para largo.