Un joven de 19 años ha sido detenido por la Policía en Zaragoza como supuesto autor de numerosas estafas que realizaba a través de internet y de revistas inmobiliarias que nunca veían la luz. De esta forma se embolsó varias decenas de miles de euros.

La detención del sospechoso, Pedro Rodríguez, que reside en Huesca, se llevó a cabo el pasado martes 8 de junio y fue realizada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría Centro de la capital aragonesa.

Su actividad consistía en la venta de cachorros de perros de la raza bull-dog y animales exóticos que anunciaba en diferentes páginas web de la red y que nunca llegaba a entregar. Los internautas interesados en sus ofertas se ponían en contacto telefónico con Pedro Rodríguez a través de un número de móvil que éste hacía figurar en su publicidad. Una vez que el supuesto estafador y su cliente potencial llegaban a un acuerdo económico, los compradores de los animales realizaban un ingreso del precio convenido, en torno a mil euros, en una cuenta corriente abierta en diferentes entidades bancarias.

De las investigaciones realizadas hasta ahora se sabe que el detenido creó a principios de febrero de este año una empresa en Valencia, llamada Inmo-Guía y dedicada a la venta de publicidad para revistas en el sector inmobiliario. Para la venta de la publicación, que no figuraba en el registro mercantil, contrató a trece personas entre empleados y comerciales. Todos ellos lo denunciaron por impago de salarios.

Asimismo, en el mes de mayo creó en Zaragoza una empresa fantasma, denominada LB Ediciones , con el fin de editar una revista inmobiliaria y otra del automóvil. La revista inmobiliaria tenía como nombre Inmo-Magazine y se iba a editar en las 18 capitales de provincia.

Para ello, contrató a cinco comerciales en cinco provincias, con la misión de que obtuvieran publicidad de viviendas y promociones mediante el pago adelantado del servicio. Como en el caso anterior, la revista no se distribuyó.

El joven alquiló un local en la calle del Conde de Aranda, en Zaragoza, se dio de alta en servicios telefónicos e informáticos y contrató una plantilla de nueve personas para que buscaran clientes que se anunciaran en Inmo-Magazine , que se imprimía en una empresa de artes gráficas, con una tirada de 4.000 ejemplares, aunque en la portada figuraba que la tirada era de 1.650.000 ejemplares.

Las ganancias que obtuvo oscilan entre los 22.000 a 27.000 euros mensuales por revista editada en una provincia. Hasta la fecha se ha comprobado que llegó a cometer estafas en Valencia por una cantidad superior a los 50.000 euros.