Ricardo García Becerril, el exgerente de Plaza y uno de los cerebros de la millonaria malversación de caudales públicos durante las obras de urbanización de la Plataforma Logística Plaza, ingresó este martes por la tarde en la cárcel de Zuera.

Allí cumplirá una condena de dos años y un día de cárcel, después de que reconociera ante la Fiscalía Anticorrupción que era autor de seis delitos (prevaricación, malversación de caudales públicos, falsedad de documento mercantil, cohecho, contra la Hacienda Pública, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales). Cuando salga le quedarán más de 700 jornadas de trabajos para la comunidad.

También tendrá que devolver parte del dinero defraudado que llega en su mayoría por lo decomisado como el piso de Salou, una nave por valor de 700.000 euros, un trastero o los 80.000 euros procedentes de la venta de un yate. Inicialmente, este hombre que fue defendido en el juicio por los abogados José María Jordán y José María Gimeno del Busto, afrontaba 23 años de cárcel.

Un ingreso en prisión que se produce varias semanas después de que lo hiciera el otro cerebro de la trama. Ambos se unieron para conseguir un enriquecimiento ilícito mediante el ficticio aumento de las obras o la subida de los precios. Hubo 25 procesados en total, tres de ellos absueltos (el exviceconsejero socialista de Obras Públicas de la DGA, Carlos Escó, y los empresarios Agapito Iglesias y Miguel Ángel Floría).