Vigilancia y agilidad al atender las llamadas de alerta. Esto es lo que exigen desde hace meses a la Policía Local los vecinos de la calle Eduardo Dato y sus alrededores. Aseguran que en los últimos años han proliferado los bares de copas y locales musicales que mantienen sus puertas abiertas hasta altas horas de la mañana (a veces, incluso hasta el mediodía del domingo) y que la situación se ha convertido ahora en insostenible, gracias sobre todo a la disminución de la vigilancia policial.

"Ruidos, actos de vandalismo, continuas peleas, frenazos de coches, drogas en las puertas de algunos bares...Todos los fines de semana se repite la misma historia", sostiene José Carlos Terrer, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Puerta del Carmen. Además de la incomodidad por el volumen de la música y el trasiego de la gente, las continuas reyertas y el descaro con el que se trafica con drogas son los puntos que más preocupan a los ciudadanos. "Hay fotos y vídeos con imágenes grabadas. A veces conseguimos que se cierre algún bar aunque suele ser siempre por motivos relacionados con las licencias, nunca por cuestiones de seguridad", añadió la presidenta, Mary Sol Pardos.

El malestar de los vecinos de las calles Dato, Fita, Ricla y Doctor Cerrada se ha acrecentado ante la "lentitud" con la que la Policía Local atiende los avisos. "Nos sentimos totalmente desprotegidos porque llamas para denunciar una pelea y ves como pasan diez minutos y otros diez y otros diez...", asegura Terrer. Los dos representantes vecinales recuerdan cómo en una ocasión, después de una reyerta en la que fue necesaria la intervención de una ambulancia, se alertó a la Policía Local para que actuase. "No para tomar los datos de los agresores y la víctima, pero sí para que retirase una furgoneta que permanencía cruzada en la esquina de la calle. Después de 20 minutos de espera, apareció un coche de la local pero pasó de largo", recuerda Terrer.