La Loteta se construyó para almacenar agua del Pirineo y suministrarla luego a Zaragoza y a cerca de 50 pueblos de la provincia. Pero los amantes del windsurf y el kitesurf han encontrando allí un paraíso a los pies del Moncayo. Cerca de 150 días al año de vientos de hasta 105 kilómetros por hora y 2.400 horas anuales de sol sobre un paisaje de "secano rabioso", como definió Gaviria, son algunos de las señas de este paraje, que según la Aragonesa de Vela solo es inferior a sus rivales por la ausencia total de instalaciones. Gaviria, junto a Bosch Arquitectos llevan tiempo diseñando los usos que serían necesarios para la explotación deportiva del embalse, pero para ello los expertos consideran imprescindible que se lleve a cabo el polémico recrecimiento de Yesa.