La calle Conde Aranda y la plaza del Portillo quedaron ayer encorsetadas por bastantes bocinazos y unos conductores sorprendidos. "¿Pero otra vez está cerrada esta vía?", se preguntaban. Los centenares de personas que se congregaron en este emblemático lugar de la ciudad, en cambio, conocían bien el motivo del corte, que se prolongó de 18.00 a 21.00 horas: la inauguración oficial de la remodelación de Conde Aranda y de la plaza del Portillo.

Una fiesta que tuvo como protagonistas a la música, las autoridades y el deseo de un vermú popular que nunca llegó. El acontecimiento, organizado por el consistorio y la junta de distrito, comenzó a las 18 horas con el grupo de animación Coscorrón, que representó el espectáculo Viaja con nosotros , a lo largo de la calle. Entre tanto, en la plaza del Portillo, todos los bancos estaban ocupados por jubilados y padres con niños. Una marquesina, que quedó sin servicio (8 líneas de autobús tuvieron que desviarse por el cierre de la zona), también se convirtió en asiento de los asistentes.

Ahí aguardaban Jesús Losantos, de 83 años, y su compañero Angel Serrano. "Estamos esperando la llegada del alcalde. La calle nos ha quedado muy maja. Ahora, a ver si nos dan de merendar", comentaba Losantos. Ana García, de 74 años, también se había acercado hasta la plaza del Portillo atraída por el ambiente: "Nos han dejado una calle hasta más bonita que Independencia. Bien merece eso una fiesta como ésta", apuntaba García.

Puntuales, representantes de todos los partidos políticos del consistorio llegaron a la plaza del Portillo, a las 19.45 horas. Las notas musicales de los grupos Leyenda Urbana e Insulina Morgan, de la escuela municipal de música, dejaron de sonar en el escenario situado en medio del Portillo. Era la hora del acto oficial.

Pero para muchos de los asistentes llegaba el momento de pedir reclamaciones al alcalde, Juan Alberto Belloch. "Cuando Conde Aranda estaba en obras me caí y estuve ingresada. ¿Tengo algo que ganar o no? Ya se lo comenté en la fiesta de la Cincomarzada y todavía no he tenido respuesta", le recordaba Francisca Puerto. Otras personas, mientras Belloch respondía a los periodistas, aprovechaban la cercanía para inmortalizarlo en una foto.

Abriéndose camino entre los vecinos, las autoridades, Belloch, los tenientes de alcalde Antonio Becerril, Carlos Pérez Anadón y Ricardo Berdié, los concejales Jesús Sarría y Agustín Martín, miembros de la oposición como José Atarés y Fernando Arcega y el presidente de comerciantes de Conde Aranda, Fernando Sampietro, subieron al escenario. "Esta obra es el punto de partida para renovar el Casco Histórico", adelantó Belloch. "Y representa la unión, no la confrontación", continuó. "Incluso, vamos a contar con la asistencia del presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias".

Al acabar el acto, y coincidiendo con la llegada de Marcelino Iglesias, el grupo musical 9 Largo se hacía con el micrófono. "Zaragoza no cuenta con muchos espacios para actuar. A ver si los habilitan", solicitaba el cantante. Entre tanto, Fernando Sampietro aseguraba que la reforma ha contribuido a renovar el comercio: "Estamos recibiendo clientes con otro perfil y parece que pueden asentarse nuevos empresarios", informó.

Hacia las 20.15 horas, las autoridades y representantes de asociaciones vecinales se introducían en el Mesón el Toro. Fuera quedaban los ciudadanos. "El muro de la plaza del Portillo no es nada bonito", comentaban en un corro. "Lo importante es que todos cuidemos la zona", se escuchaba en otro. "El ayuntamiento tiene poco dinero para unas cosas pero para otras no ahorra ni un duro", apuntaba otro vecino.