En un plazo de 17 años, y si el tiempo (o más bien el presupuesto) no lo impide, el Ejército de Tierra pretende contar con una estructura modernizada basada en el plan Brigada 2035, una organización de brigadas polivalentes y hasta cierto punto autosuficientes, adaptadas a lo que la experiencia dice que serán los conflictos bélicos en el futuro.

Para ello ya ha comenzado una prueba piloto que toma como referencia a La Legión, en estrecho contacto con el Mando de Doctrina de Granada, a modo de evaluador.

El proyecto está dando sus primeros pasos con el programa de adquisición de los nuevos vehículos 8x8 (de ocho ruedas), basados en el modelo suizo Piraña 5, pero mejorados con artillería y diseños de radares, blindajes o material de visión y rastreo español. La idea del Ejército es impulsar una auténtica industria de Defensa, que genere inversión e investigación y desarrollo. No son solo palabras. De hecho, los primeros demostradores (prototipos) de los modelos estarán listos en noviembre de este año, y si las pruebas salen bien, comenzarán a fabricarse a finales del 2019.

La dotación de una brigada completa, con estos vehículos (una veintena) y el resto del material vendría a costar unos 1.200 millones de euros, según se calcula. Un precio que puede parecer desorbitado, pero no tanto considerando lo que valen los del Aire (el programa del Aibus A-400 M se calcula en 28.000 millones de euros). El JEME Francisco Varela quiere cambiar el paradigma y adquirir brigadas completas, no material para todas, como se compra un avión o una fragata.

La Brigada 2035 contará con estos vehículos que palian las carencias de movilidad y seguridad de los actuales vehículos BMR o VEC, pero también una estructura que permita el combate en el subsuelo, la prevención de los ataques con nubes de drones explosivos o la contrapropaganda en redes sociales, además de la colaboración con los civiles, todo lo que se detecta en las misiones internacionales.

El Ejército también quiere material futurista, como conexiones en la ropa que indiquen la salud de cada soldado. Parece ciencia ficción, pero la tecnología lo permite. Lo que hace falta es inversión.