Aragón presenta hasta julio un balance positivo en sus cuentas públicas, con 139,8 millones de euros de superávit entre sus gastos e ingresos no financieros. A priori, una buena noticia, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado, por las mismas fechas, el balance arrojaba unas pérdidas de 51 millones, que no se corrigieron precisamente a final de año. Pero en realidad son las aportaciones del Estado las que están evitando los números rojos por ahora, con unos gastos disparados y unos ingresos propios menguantes como consecuencia de la pandemia del coronavirus. No es de extrañar que desde el Pignatelli urjan a Moncloa a aumentar los fondos ante este panorama.

Los gastos ascienden a 2.858 millones de euros, según los últimos datos hechos públicos por el Gobierno de Aragón, 144 millones más que en el 2019. Crece el de personal, en 54 millones, pero sobre todo lo hace la partida de bienes y servicios, en 116 millones (hasta los 622), con más de 80 millones de gasto extra en en suministros y 20 millones en conciertos de Servicios Sociales.

Y estos gastos en ascenso, y los que vendrán (véase la contratación de al menos 400 profesores para este curso), no se ven precisamente compensados por los ingresos autonómicos, lastrados por la caída de la actividad económica, las moratorias en el cobro o por las propias reformas tributarias de los últimos tiempos.

SUCESIONES CAE 30 MILLONES

Así, Sucesiones, por ejemplo, cae casi 30 millones, para quedarse en 40,7. Transmisiones patrimoniales se deja 22 millones respecto al 2019, para quedar en 55,7 este año, e incluso el ICA supone 7 millones menos, con 25,3. Por no hablar de las tasas del juego (presencial, el online lo cobra el Estado), que bajan de 22 a 6,9 millones. El único impuesto de consumo que se sale de esta tendencia es el IVA, que sube de 629 a 701 millones, al parecer por reparto estatal.

En la misma línea, el IRPF asciende de 762 a 977 millones, y entre este, la financiación autonómica (411 millones, 57 más) y otras subvenciones y fondos estatales y europeos, dejan los ingresos en 2.997 millones, más de 300 por encima del año pasado. Y con ellos un balance tan positivo como irreal desde el punto de vista autonómico.