Primero fue un colmillo de mamut, después pequeños fósiles óseos, y ahora el fragmento de un asta de cérvido del pleistoceno. Todos estos restos han aparecido en la misma finca de Ateca, situada a escasos 100 metros de la desembocadura del río Manubles en el Jalón.

Según explicó a este diario María Dolores Marín, directora de la Escuela de Restauración Paleontológica de Teruel, todo parece indicar que el nuevo fósil corresponde a la cornamenta de un ciervo, gamo, alce o similar de la misma época del ploboscidio --mamut o elefante antiguo-- hallado hace dos meses en la misma zona. Ella misma dirige desde ayer tarde la extracción del asta, que está siendo realizada por la escuela de paleontología turolense. Previsiblemente, según indicó ella misma, un arqueólogo del departamento de Patrimonio de la DGA acudirá hoy para analizar el hallazgo.

FOSIL HALLADO Marín explicó que el fragmento que se puede contemplar en la superficie es el núcleo de unión entre el asta y el cráneo, de modo que hasta que no se extraiga no se podrán conocer sus dimensiones. La finca donde se han encontrado todos estos restos está siendo explotada para sacar zahorras destinadas a diversas obras en el municipio, aunque después de los últimos descubrimientos, los trabajos se están realizando con mucha prudencia para ver si aparecen nuevos restos. El propietario de la finca, Enrique Pérez, familia del director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, se está encargando precisamente de supervisar los trabajos.

La directora de la Escuela de Restauración Paleontológica de Teruel, que ha visitado Ateca en varias ocasiones durante los últimos dos meses, explicó que todavía es pronto para conocer las razones por las que se han producido estos hallazgos en esta finca. "Todo parece indicar que los fósiles han llegado hasta este punto por arrastre, aunque también podrían proceder del mismo sitio, algo que quedaría constatado sí se encontraran en la misma finca el resto del esqueleto de los animales".

Marín también indicó que el terreno podría haber actuado en esta zona como barrera de un arrastre fluvial, por lo que podrían encontrarse más fósiles, si bien para ello sería necesario "realizar un estudio geológico preciso para conocer, entre otras características, la curvatura del terreno".