La amenaza de una nueva huelga en el bus sigue muy presente pero de momento no se dan las condiciones para convocarla. Lo decidirá el resultado de las próximas reuniones que se produzcan entre la dirección y el comité de empresa de Avanza después del primer encuentro celebrado ayer, que culminó con una valoración contradictoria. Para la dirección «se han desatascado algunos asuntos importantes», pero los representantes sindicales lo negaron y, no solo eso, aseguraron que ninguna de las reivindicaciones han sido atendidas y algunas de las que ya se habían comprometido a respetar tras los paros realizados en marzo, han vuelto a quedar en agua de borrajas.

La cita comenzó con la presentación del nuevo director de Avanza en Zaragoza, Guillermo Ríos, que acudió antes de comenzar la reunión acompañado por Manuel Ramo, director de Movilidad Urbana del grupo a nivel nacional, y Juan Abel Arias, que estaba al frente de la delegación en Zaragoza y ahora se traslada a Madrid para ser director corporativo de Mantenimiento. Hechas las presentaciones, los tres se ausentaron del encuentro, en el que la empresa estuvo representada por el responsable de Recursos Humanos y el de Operaciones de la compañía en la capital.

Al finalizar, las fuentes oficiales destacaron que era «una reunión más» de trabajo entre las partes y que se habían «solucionado algunos temas» de los que les mantienen enfrentados, y sobre otros «se seguirá negociando porque el comité no ha traído sus propuestas».

La representación sindical lo desmintió. Criticó lo «decepcionante» de este regreso a la mesa de negociación. Así, decidieron convocar un comité extraordinaro para el próximo día 10, para elaborar una contrapropuesta a la empresa y debatirla. Antes del pleno ordinario del 17, donde sí se puede empezar a hablar de nuevas protestas.