El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, aseguró ayer en el Senado que no aceptará que los cambios que otras autonomías pretenden introducir en sus Estatutos de Autonomía supongan "el asentamiento de privilegios". Iglesias hizo esta advertencia durante su intervención ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara Alta, realizada tras la comparecencia del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, en la que se mostró dispuesto "a colaborar con el Gobierno desde el respeto y la lealtad institucional, no desde la subordinación".

Iglesias explicó que Aragón ha empezado ya los trabajos para la reforma de su Estatuto de Autonomía, y subrayó que estará "vigilante" y colaborará en la anunciada reforma del sistema de financiación autonómica. Indicó que tanto en la reforma de los estatutos de autonomía como en la del sistema de financiación la posición de Aragón es que las mismas sólo tengan como "límite" el propio marco constitucional y el no establecimiento de privilegios "para ninguna comunidad".

El presidente del PP-Aragón, Gustavo Alcalde, criticó, por su parte, la "docilidad" mostrada por Iglesias en su discurso ante el ministro de Administraciones Públicas y tachó de "mansurrona" su intervención. "Una cosa es ser suave en las formas y otra muy distinta la docilidad excesiva ante el ministro Sevilla demostrada por Marcelino Iglesias", señaló Alcalde, quien asistió al debate como miembro de esta comisión, ya que es senador autonómico.