Un total de 70 ejemplares de múltiples especies de mariposas fueron incautados el pasado domingo por miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Ejea en la localidad cincovillesa de Luesia.

Los agentes descubrieron en el maletero de un coche, de matrícula francesa, un bote de cristal donde se encontraban los ejemplares. A su vez, fue localizado un matrimono de biólogos franceses que se encontraban en un campo de labor próximo al vehículo. El matrimonio portaba consigo varios cazamariposas, por lo que se les solicitó la correspondiente autorización administrativa. Sin embargo, carecían de esta documentación y manifestaron "desconocer su obligatoriedad".

INFRACCION Ante este hecho, no se hicieron esperar las reacciones. Enrique Murría, el entomólogo designado por la DGA para catalogar las mariposas incautadas, declaró que la ausencia de documentación no es algo que deba pasarse por alto. "El decreto 49/95, del 28 de marzo, de la DGA obliga a poseer autorización administrativa para poder realizar este tipo de capturas, siempre y cuando sean para fines de investigación, y su resultado vaya a hacerse público".

Por este motivo, los dos franceses han sido denunciados por violar la Ley 4/89, del 27 de marzo, de Conservación de Espacios Naturales, de la Flora y de Fauna Silvestre. Pero esto no es la única falta por la que podrían pagar, ya que la utilización de cianuro potásico para matar a las mariposas es extremadamente peligrosa. "Se trata de una sustancia cuya inhalación podría ser mortal y no sólo para las mariposas. El derrame de esta sustancia en el coche de los denunciados también podría haber causado problemas a los biólogos", señaló Murría.

DOS POSIBLES HIPOTESIS Tras incautarse de los 70 ejemplares, el Seprona los entregó al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de La Alfranca, en la localidad zaragozana de Pastiz, para llevar a cabo su catalogación. De este análisis depende la pena de los franceses, ya que en Aragón existen cinco tipos de mariposas protegidas.

El prepirineo zaragozano constituye uno de los tres enclaves más importantes de España en cuanto a biodiversidad de especies, por lo que no se descarta que los franceses hubieran acudido a esta zona con el propósito de capturar mariposas muy apreciadas por los coleccionistas, por lo que podrán dedicarse incluso al tráfico de insectos.

Sin embargo, es probable que los dos biólogos franceses desconocieran la necesidad de autorización para realizar este tipo de caza y que "sólo tuvieran en mente fines científicos", señalaba Murría.

Precisamente por este asunto, que no es nuevo en Aragón, está legislado por un decreto que obliga a los estudiosos de los insectos aragoneses a seguir y cumplir un proceso de autorización previa que permite la identificación inmediata de la legalidad en esta práctica. Actualmente en Aragón se otorgan 300 autorizaciones al año.