-Dice que se presenta a la alcaldía de Zaragoza para ejercer «una política útil». ¿Qué es para usted?

-Es aquella que se centra en los problemas de los ciudadanos. No entiendo cómo en muchas instituciones debatimos y votamos temas sobre los que no tenemos competencias. En mi caso, en el Ayuntamiento de Zaragoza no tiene ningún sentido hablar de bombas atómicas en lugar de hacerlo sobre la limpieza de las calles o del autobús, que son los problemas que realmente importan a los vecinos. Para mí la política útil es resolver los problemas, que para eso estamos.

-¿Cuál es su modelo de ciudad?

-Uno que sea acorde con lo que somos. Somos la quinta ciudad de España y tenemos un potencial enorme, con mucho trabajo y talento, y no estamos en el lugar que nos correspondería porque hemos sido conocidos por temas anecdóticos como la gomina de Santisteve o las banderas. Lo que tenemos que hacer es atraer inversiones y ofrecer una imagen de la ciudad real, escuchar a los zaragozanos y cuidar a la ciudad. Para conseguir una Zaragoza más atractiva tenemos que tener unos servicios públicos y una escena urbana en condiciones y para eso hay que saber planificar.

-Si llega a la alcaldía, ¿qué hará con la línea 2 del tranvía?

-A día de hoy es completamente inviable. No decimos que no hay que hacerla porque al existir ya una tendría sentido ampliar la red, pero a corto y medio plazo la situación económica del ayuntamiento imposibilita una inversión de esta magnitud. Lo que hay que hacer es reorganizar las líneas de bus y coordinar todos los medios de transporte, y hacerlo con el metropolitano.

-¿Cuál es su propuesta fiscal?

-Apostamos por reducir los impuesto al máximo. Las ordenanzas fiscales no son solo un medio de recaudación, sino que tienen que ser una herramienta para hacer una política fiscal que permita hacer más atractiva a la ciudad para generar más inversiones. Hay empresas que no han venido porque tienen mejores condiciones fiscales en otras ciudades. Tenemos que ser competitivos, pero siempre con la coherencia de saber que hay que prestar unos servicios públicos y que la recaudación es necesaria, pero hay que tener en cuenta las bonificaciones y exenciones para motivar a los comercios y reactivar la actividad económica.

-¿Y qué harán con el ICA?

-Pensamos que es un impuesto que necesita una reforma. No estamos de acuerdo tal y como esta estructurado pero sí que tiene que ser solidario y medioambiental. Habría que llegar a un acuerdo con la DGA para que gran parte de lo que se recaude se invierta en la ciudad.

-En esta legislatura Cs ha votado tanto con PP como con PSOE. ¿Con quién se siente más cómoda?

-Nos sentimos cómodos con todos y con ninguno por igual porque el sentido del voto lo decidimos en función de la propuesta. Si creemos que algo es bueno para Zaragoza lo apoyamos independientemente de quién haga la propuesta.

-De cara a las elecciones, ¿con qué partido están dispuestos a pactar para alcanzar la alcaldía?

-Es lo mismo. Con quienes compartamos más líneas programáticas y con quienes tengamos claro que podemos sacar adelante las propuestas y proyectos de ciudad de Cs.

-¿Incluído Vox?

-Ahora mismo no podemos prejuzgar a nadie. No sabemos los resultados que va a haber ni conocemos los programas de los partido. Cs siempre pacta propuestas en firme que cree que son necesarias.

-Entonces ¿podría repetirse el acuerdo de Andalucía?

-Un pacto con el PP, sí, claro.

-Y con Vox.

-No hemos pactado con Vox. Ya lo hemos dicho. Nuestras propuestas las hemos pactado con el PP, con el que estamos en el Gobierno de Andalucía.

-¿Qué papel ha tenido Cs desde la oposición?

-Hemos cambiado la manera de hacer oposición porque la hemos hecho constructiva y en positivo. Veníamos de 12 años de un gobierno socialista que utilizaba, junto con CHA e IU, el rodillo en las decisiones en el salón de plenos y con un PP como oposición destructiva y del no por el no. Cuando nosotros hemos votado en contra lo hemos hecho con propuestas alternativas.

-No todo habrá sido perfecto. Haga un poco de autocrítica.

-Nos hubiera gustado tener más poder de decisión y haber podido unir voluntades entre diferentes partidos que no ha sido posible. Al principio pecamos de inexpertos en algunos temas.