El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha mostrado su preocupación por la "deriva" de la política española. No obstante, ha afirmado que la comunidad aragonesa está "libre de ese virus".

En declaraciones a los medios de comunicación este miércoles en la recepción al equipo de la recientemente premiada película de 'Las Niñas', ha señalado que, desde hace "bastante tiempo" asiste con "mucha preocupación y perplejidad" a la situación política, ya que ha considerado que se está "banalizando" con las instituciones y los procesos democráticos.

"Estamos acostumbrando a los ciudadanos a tanta perversión de las instituciones, de la política, de los usos democráticos, de todo aquello que los demócratas hemos valorado siempre por encima de todo, que corremos el riesgo de que los ciudadanos dejen de creer en el sistema", ha advertido.

Así, ha subrayado que "hace años" que hay un foco de "preocupación" en Cataluña que el nuevo Gobierno "que se adivina" en la región vecina "no solo no va a atenuar sino que va a acrecentar", y ahora "irrumpe en el horizonte otro elemento de preocupación", ha dicho en referencia a las elecciones en la Comunidad de Madrid.

"Tendríamos que estar en este momento enfrentados exclusivamente a unas elecciones autonómicas, que por mucho que allí haya muchos millones de habitantes no tienen más importancia, o no deberían, que unas en Aragón. Sin embargo, parece que algunos están por revivir viejos episodios guerracivilistas, frentistas, que tanto daño y tanta catástrofe produjeron en España hace unas décadas", ha asegurado.

Lambán ha opinado que la transición y la democracia "vacunaron" a los españoles "contra el guerracivilismo, el frentismo", pero en este momento "se dibujan fantasmas de esa naturaleza".

"A cualquier demócrata" le debe preocupar que, en estos momentos, "alguien irrumpa con la bandera de 'socialismo o libertad' o que otros hablen del 'no pasarán', como si se tratara de reeditar viejas batallas que, por suerte, hace ya casi cien años que ocurrieron".

En este contexto, el jefe del Ejecutivo autonómico ha aprovechado para hacer un llamamiento "a la serenidad, a la calma, a la paz y a la tranquilidad". "España tiene muchas tareas por delante, muchas reformas pendientes, muchos problemas, y de mucha entidad, como para que malgastemos las energías civiles, intelectuales y políticas en puras batallas por el poder".

No obstante, ha agregado que, "por suerte", Aragón está "libre de ese virus" y se ha mostrado muy satisfecho de ello: "No es mérito mío, comparto la parte que me corresponde con el resto de las fuerzas políticas, con la sociedad civil, agentes sociales e instituciones".

En este punto, ha incidido en que en la región es "un remanso" de estabilidad "política y social" de "acuerdos y consenso". Un camino en el que ha remarcado que hay que "perseverar".

"En este momento no veo en el horizonte --de Aragón-- amenazas de tormenta política de ninguna naturaleza y, en todo caso, si ocurren seré yo quien trate de amainarlas". Ha esgrimido que "algo tendrá que ver" en esa calma política con el hecho de que "no pase ni un mes" sin que el Gobierno autonómico esté en disposición de anunciar "el interés de inversiones" en la región.

Por ello, ha insistido, lo importante es presentar a la Comunidad en el mundo como un espacio de estabilidad, de interés y ejemplo de "diálogo social y clima de estabilidad".