El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, considera «absolutamente irrelevante» que Marta de Santos, directora general de Cambio Climático, de Podemos, acudiese a la manifestación contra Biscarrués que se desarrolló en Huesca el pasado sábado. Lambán valoró que la presencia de la directora general, a título personal, «ni perjudica ni beneficia» a la futura negociación de la mesa del agua sobre esta y otras infraestructuras, entre otras cosas porque es «sobradamente conocido» que hay divergencias en cuanto a los temas de agua entre los socios del cuatripartito, y esto no impide que desarrollen su trabajo «sin perturbación».

El presidente de la DGA respondió así este viernes a una pregunta parlamentaria del portavoz de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, quien consideró que una directora general lo es, «como dicen los jóvenes, 24/7», a todas horas, y no se puede trabajar «a título personal». «Estoy seguro que el señor Soro también hubiese querido estar en esa manifestación, o el señor Aliaga en la de Andorra, pero entienden el cargo que tienen», comparó el líder de la formación naranja.

NEUTRALIDAD

También consideró que ante una mesa de negociación que debería de ser totalmente abierta, «cuando uno se posiciona claramente en una de las áreas, no facilita el consenso», y censuró que la directora general de Cambio Climático no debería hacerlo, «en aras de la absoluta neutralidad» que entiende necesaria.

Lambán afirmó que, respetando su postura, que está seguro de que muchos comparten, no conviene «rasgarse las vestiduras» por este asunto. El presidente ve «complicado» que Marta de Santos no acudiese a la cita, que por lo demás concitó a «alcaldes de todo signo» de La Galliguera, cuando ella ha estado «desde el principio» involucrada con este movimiento contrario al embalse, también como vecina de la zona que es.

El presidente, socarrón, indicó que, «entre los problemas de menisco y los del tímpano», cada vez se prodiga menos en manifestaciones, y por contra cada día cree más en «la democracia representativa» como vía de solución para los problemas, y se mostró convencido de que De Santos comparte esa visión.

En cuanto al embalse en sí, más allá del enfrentamiento entre «una parte del territorio que pide la supresión, y los regantes, que entienden que sí tiene recorrido», él admitió que tiene «todas las dudas del mundo» sobre que salga adelante, pero esperará a la sentencia del Supremo.

Una vez se conozca, y en función del resultado, será el momento de que la Comisión del Agua determine qué asuntos se tratan en la futura mesa de negociación, indicó Lambán. Apostó por no plantear el diálogo en términos de «buenos y malos», porque lo hay que conseguir es que los usos para regadíos, industriales y para la población sean satisfechos y compatibles, con el objetivo en el horizonte de que en Monegros puedan regar, «tras un siglo de espera».

A la espera de este fallo judicial, que se espera de forma inminente, los participantes tendrán que acercar posturas que son, como reconoció Lambán, dispares incluso en el seno del cuatripartito. Podemos y CHA, con la presencia de De Santos como último ejemplo (y el presidente de los aragonesistas, Joaquín Palacín, aunque este no tiene cargo en el Ejecutivo). Ha habido discrepancias incluso en los temas a tratar, porque el consejero Olona apostó por limitar el debate a las obras que generan conflicto, como Biscarrués, pero Lambán es partidario de abrir el abanico.

CALZADO EN EL ARANDA

Además del agua, Lambán contestó también a una pregunta de la diputada Marta Fernández, de Vox, sobre la situación del sector del calzado en el Aranda, que tildó de «crítica». El presidente afirmó que es una comarca «prioritaria» por la despoblación y la crisis de empleo que sufre, y recordó que en breve, el vicepresidente Aliaga comparecerá para dar cuenta del plan estratégico de la zona, que pasará por la diversificación. En cualquier caso, incidió en que si no cambia la ley estatal, los gobiernos tienen escaso margen para actuar en estos sectores.

DOS LEYES DEL SECTOR PRIMARIO

El presidente del PP aragonés, Luis María Beamonte, también interrogó a Lambán en el pleno de ayer, sobre el escaso apoyo que, a su juicio, presta la DGA al sector agrario, que quiere «medidas justas» tras años aguantando la crisis. Entre otras medidas, propuso una ley del campo, a lo que Lambán replicó que esta se vería «ampliamente superada» por las dos que prepara el Ejecutivo autonómico, la de protección de la agricultura familiar, que es el modelo por el que apuesta la DGA, dijo, y la de la representación institucional agraria, para que los empresarios y sindicatos tengan una voz potente y establecida ante los poderes públicos.

Además, Lambán repasó todas las áreas en las que su Gobierno ha sobrepasado al de Luisa Fernanda Rudi en este área, según sus datos: un 39% más de jóvenes agricultores, un 736% más de regadíos construidos o un 134% más en inversión en agroindustria. En cualquier caso, apostó por una reforma de la PAC que a su juicio solucionaría «en gran medida» los problemas del sector.