Los bienes eclesiásticos de la Franja que actualmente se hallan en poder de las autoridades religiosas de Lérida "irán volviendo a Aragón poco a poco", según manifestó ayer Pedro Escartín, vicario general de la diócesis de Barbastro-Monzón, que participa en el Congreso del Laicado Cristiano de Aragón que se celebra estos días en Zaragoza.

"Esperamos que, después de la resolución de la Santa Sede, los objetos de culto que pertenecen a las parroquias de Huesca regresen a su lugar de origen", agregó Escartín, quien afirmó que "la Iglesia aragonesa en su conjunto está muy contenta con la resolución emitida por Roma".

Sin embargo, el vicario general no descartó que puedan producirse "algunas pequeñas dificultades", aunque confía en que el proceso de recuperación del patrimonio artístico aragonés se culmine de forma satisfactoria.

El tema de los bienes de la Franja no figuraba en el orden del día del congreso, pero los 980 participantes en el encuentro, de los que 950 son seglares, no pudieron evitar referirse en un momento u otro a la reciente decisión de la Santa Sede, que otorga la razón a Aragón frente a Cataluña en la reivindicación de un patrimonio de gran valor religioso y artístico.

VIDA EN COMUNIDAD "El congreso tiene un enfoque eminentemente práctico", señaló ayer Luis Cuartero, delegado del Apostolado Seglar de Zaragoza. "Esta reunión es una puesta a punto en temas como el papel que deben desempeñar los seglares en ámbitos tan diversos como la familia, el trabajo, los medios de comunicación y la marginación".

"Los laicos que trabajan para las diócesis y parroquias aragonesas --añadió Cuartero-- son personas muy implicadas en la vida de sus comunidades y lo mismo se les encuentra en la calle que en las fábricas, los hospitales y las escuelas".

El congreso se abrió ayer con una conferencia a cargo del historiador Domingo Buesa, quien disertó acerca del papel de los laicos en la historia de la Iglesia aragonesa.

Durante el fin de semana, los asistentes al congreso abordarán los retos que la sociedad actual plantea a los seglares y que serán objeto de una conferencia por parte de Rafael Serrano, secretario nacional de Manos Unidas. El congreso, que se estructura en diez talleres, estudiará igualmente la actitud con que el laicado debe afrontar el presente y el futuro de su tarea.