La climatología adversa y los programas de prevención provocaron durante la pasada campaña invernal una disminución de casi el 30 por ciento en el número de rescates llevados a cabo en el Pirineo aragonés.

Una disminución motivada, además, por una reducción significativa en la práctica de senderismo a causa del mal tiempo y a una mayor presencia de deportistas cualificados en zonas de alto riesgo, según han explicado la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia, Francisco Vélez.

Las estadísticas presentadas por ambos en rueda de prensa en relación con la campaña invernal, entre el 1 de noviembre de 2017 y el pasado 30 de abril, indican que el descenso del número de rescates, un total 64, motivó una reducción del 41,3 por ciento en el número de personas auxiliadas, 6 fallecidas, 41 heridas y 44 ilesas.

Aunque la pasada temporada de invierno se registró una víctima mortal más que la anterior campaña, el número de personas heridas disminuyó un 22,6 por ciento.

Según ha explicado el jefe de la Guardia Civil en Huesca, el perfil medio de la persona rescatada el pasado invierno responde al de un hombre (75,8 %), de 19 a 40 años (31,8 %), sin federar (51 %) y sin contar para el desarrollo de su actividad de un guía profesional (90,6 %).