No tenían nada que envidiar a los galácticos . Ahí estaban ellos, auténticos como ninguno y sobre todo solidarios por una buena causa. Toreros y famosos, ése fue el gran partido de fútbol que se jugó ayer en Zaragoza. El premio: la satisfacción de ayudar a los enfermos de cáncer.

Uno de los más activos fue Marianico El Corto, que corría tras el balón a pesar de los achaques. "No sé si es bueno por la edad, pero aquí estoy cansando a los toreros para en el segundo tiempo ganarles por goleada", aseguraba Marianico.

Pero el resultado fue bien distinto, ya que el equipo de los toreros ganó por 6 goles a 2, al equipo de los famosos. Y eso que algunos presumían de "deportistas", como los dos finalistas de Míster Zaragoza, Héctor Morales y Joaquín Calleja. Otros, como el peculiar Jacinto de GH , afirmaba haberse vestido de futbolista para ayudar. "Aquí estamos para lo que haga falta. Pero echo en falta más gente. Para estas cosas se debería llenar la Romareda".

A pesar de las pretensiones, la asistencia fue más que aceptable dada la tarde de neblina, frío y de sábado. El precio, 3 euros. "Han venido unas 300 personas", aseguró la presidenta de la peña La Montera, Lourdes Tamarit.

Lo cierto es que el evento fue todo un espectáculo, amenizado sonoramente por Rafael Conde, corresponsal del programa radiofónico 6 toros 6 . El saque de honor corrió a cargo del ciclista Fernando Escartín, que aseguró que estos actos "favorecen la concienciación hacia la enfermedad". El montañero Carlos Pauner puso también su granito de arena al partido. "Nos estamos cansando mucho, pero esto es divertido y sobre todo no hay que olvidar por qué estamos aquí. Organizar esto tiene mucho mérito".

Para mérito, el de algunos como el torero Julio Pedro Saavedra, que jugó por primera vez a fútbol. "Siempre me he dedicado al toro, esto es menos peligroso, no te hieren --lo dice mientras enseña su cornada en el muslo-- pero sin duda es más importante. Cuando me lo ofrecieron ni me lo pensé". Otros sufrieron algún percance como el astrofísico M. Angel Sabadell, que se abrió la ceja en un choque y la DYA recibió cuatro puntos de sutura. Otros no jugaron, pero cumplieron con su presencia como el granhermano Pedro Oliva. "Todo lo que sea solidaridad, hay que entregarse". Y así fue. La Navidad, por suerte, da lugar a actos poco frecuentes aunque valiosos.